Magnus MacFarlane empezó en un cobertizo y hoy da de comer a un millón de niños

  • LaInformacion.com habla con el autor de El cobertizo que alimentó a un millón de niños (Planeta), Magnus MacFarlane-Barrow, un increíble testimonio que muestra cómo el trabajo duro, la ilusión y la fe de una persona pueden hacer del mundo un lugar un poco mejor.

    El libro narra la historia de una pequeña ONG creada en un cobertizo de Escocia que hoy da alimento a más de un millón de niños. 

Magnus, el hombre que da de comer a un millón de niños
Magnus, el hombre que da de comer a un millón de niños

La historia de Magnus MacFarlane-Barrow empezó con un viaje a Medjugorje con el deseo de ayudar a los necesitados. Pero, sobre todo, gracias a la inspiración de una persona: María. En 1983, una peregrinación al santuario mariano de Medjugorje en Bosnia permitió que su familia renovara su fe católica y llevó a los padres de Magnus a convertir su casa de huéspedes en un centro de reposo o ‘Casa familiar de oraciones'. Lo que Magnus no imaginaba es que ese viaje acabaría convirtiéndose en su forma de vida, llevándolo a dejar su trabajo, vender su casa y dedicarse en cuerpo y alma a llevar alimento a los niños más pobres del mundo.

Así arranca la historia de Mary´s Meal (que, en español significa la Comidas de María), una fundación que alimenta cada día a más de un millón de niños en trece países de cuatro continentes. Ahora el libro 'El cobertizo que alimentó a un millón de niños' (Ediciones Planeta) cuenta su inspiradora y extraordinaria historia. Con un lenguaje sencillo, directo, que llega al corazón, explica cómo Magnus decidió dejar su trabajo, vender su pequeña casa donde vivía y poner en marcha una la fundación de Mary’s Meals, cuyo objeto es proporcionar una comida en cada día lectivo a los niños con hambruna crónica. Con donaciones de 15,60 euros son capaces de salvar a un niño durante un año. El proyecto se expandió y estos momentos alimentan a mas de un millón de niños pobres alrededor del mundo.

“Compramos los alimentos a agricultores autóctonos para favorecer la economía local. En cada región escogemos los productos que abundan en la zona y, con ellos, elaboramos un plato que será, para la mayoría de estos niños, el único alimento que ingieran en el día”, cuenta a la LaInformacion.com Magnus MacFarlane-Barrow, que se encuentra estos días en Madrid.

Liberia, Malawi o Haití son algunos de los países en los que desarrolla su proyecto. En estos países tan complicados se enfrentan a conflictos, sequías o epidemias que llegan a paralizar sus proyectos. “Es muy duro cuando ves que estás haciendo un gran progreso y ocurre algo terrible como el terremoto de Haiti. Y todo se destruye. Llegué unos días después del terremoto. Estaba con unos amigos, muy fuertes y con un carácter muy duro, que rompieron a llorar al ver la destrucción. Me di cuenta de la importancia y volvimos a construirlo todo”. Gestos como este reflejan el espíritu de Mary`s Meals y el compromiso de quienes impulsan esta causa o colaboran de un modo u otro.

Magnus recibe tanto como da. “Todavía me sorprende el increíble sentido de comunidad y pertenecía y de compartir responsabilidades de las comunidades africanas. Me he dado cuenta de que en aldeas de Malawi, las personas tienen un gran sentido de identidad y pertenencia. Saben de donde vienen. Habiéndome entristecido al ver la pobreza allí, todavía me sorprende ser testigo de esa alegría que ellos tienen”, explica.

No es de extrañar. En un mundo en el que vivimos, tan individual, sorprende que alguien siga entregando su vida a los demás. Aunque tampoco extraña, teniendo en cuenta que la palabra prefinida de Magnus es esperanza. Preguntado por si en este mundo hay motivos para la esperanza, Magnus no tiene duda: “Creo que hay un montón de razones por las cuales estar esperanzado. Y creo que en este mundo de confusión y terror es muy importante que haya personas con esperanza. Una gran fuente de esperanza para mí es conocer o encontrarme con esos jóvenes que fueron al colegio gracias a las comidas de Mery´s Meals y que ahora están en la Universidad o empezando sus pequeños negocios y se están convirtiendo en los líderes del cambio en sus comunidades. Y pasar tiempo con ellos, entender lo que hacen y cómo lo están haciendo realmente me llena de esperanza. Y también encontrarme con jóvenes en América y Europa me llena de esperanza. Gente que se apasionan en su creencia de que ningún niño debería pasar hambre en este mundo, jóvenes que están tomando acción y me llena de esperanza”.

Aunque declara que no le interesa la política, es inevitable no preguntarle por la respuesta europea a la mal llamada crisis de los refugiados. “No soy político y no me gusta hablar de políticos y gobiernos. Pero siento una gran compasión por la gente que ha tenido que huir de sus casas debido a la guerra o la pobreza. Hay mucha gente que siente el deseo de ayudarles. Hace poco hemos puesto proyecto niños sirio en Líbano y próximamente iniciaremos en Siria. Con estos proyectos, tengo la esperanza de que mucha gente tome la decisión de quedarse en sus países de origen. Pero, me doy cuenta de que muchas veces la gente no tiene elección y tiene que huir. Y creo que esas personas tendrían que ser bienvenidas y ayudadas”.

Durante este apasionante viaje, este escocés ha contado con el apoyo de sus familia.”Para mí, son muy importantes, estoy muy agradecido y bendecido porque mi familia forma parte de esto. Mis padres me dieron un ejemplo muy poco habitual y me apoyaron desde el principio en este proyecto. También mis hermanos y hermanas, y mi mujer a quien conocí al principio de este proyecto”.

Su labor al frente de Mary Meal´s le ha valido varios reconocimiento como 'Heroe de Año' para la CNN, el premio Westminster, el Premio de Paz para un fundación musulmana..., entre otros. Magnus muestra su modestia ante estos reconocimientos: “Son premios personales y me incomodan porque deberían ser para todo el equipo.”

En su apasionante viaje que es la vida, Magnus ha estado en dos ocasiones con el Papa Francisco. "La última vez que nos encontramos, le pregunté sin tenía alguna palabra para la familia Mary´s Meal. Me cogió fuerte el brazo, me apretó y me dijo: adelante, adelante”, recuerda.

Magnus, el hombre que da de comer a más de un millón de niños cuenta su historia en 'El cobertizo que alimentó a un millón de niños' (Planeta), un increíble testimonio que muestra cómo el trabajo duro, la ilusión y la fe  de una persona pueden hacer del mundo un lugar un poquito mejor.

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