“Fuimos una buena pareja, ¿no?” Muere 4 minutos después de quien fue su esposo por 71 años

  • La británica Vera Russell murió en el hospital a los 91 años sin saber que su marido acababa de fallecer en una residencia.

    “Fuimos una buena pareja, ¿no?”, fueron las últimas palabras que le dirigió a la nieta que estaba cuidando de ella.

Vera y Wilf se hicieron novios siendo adolescentes y se casaron cuando él volvió de la Segunda Guerra Mundial.
Vera y Wilf se hicieron novios siendo adolescentes y se casaron cuando él volvió de la Segunda Guerra Mundial.
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Vera Russell, una mujer británica de 91 años, murió el pasado miércoles en un hospital de Leicestershire, Reino Unido, solo cuatro minutos después de fallecer quien había sido su esposo durante los últimos 71 años.

Fue tan breve el tiempo que transcurrió entre uno y otro deceso que la anciana no pudo conocer la muerte de quien había sido su compañero de una larga vida. Sin embargo, murió con el pensamiento puesto en él, pues las últimas palabras que pronunció ante un familiar que cuidaba de ella se refirieron a su marido: “Fuimos una buena pareja, ¿no?”.

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Wilf Russell, marido de Vera, había muerto a los 93 años en una residencia donde vivía, y cercana al hospital donde murió su mujer, a causa de una demencia diagnosticada un año antes.Con el corazón destrozado

“Mi abuela le visitó hace poco y él no pudo reconocerla bien. A partir de ahí su estado fue deteriorándose”, declaró al diario británico Mirror la nieta de ambos, quien está convencida de que su abuela estuvo esperando a que se muriera Wilf, porque cuando fue a visitarla al hospital solo le preguntó por él. “Ella tenía el corazón destrozado”, aseguró.Wife, 91, dies in hospital just four minutes after her husband of 71 years passed away https://t.co/Hmh205odbU pic.twitter.com/dN7nKMmxW5— Daily Mail U.K. (@DailyMailUK) 3 de abril de 2017

La historia de amor de esta pareja comenzó cuando apenas eran adolescentes, teniendo él 18 años y ella 16. La Segunda Guerra Mundial se interpuso entre ellos, pues Wilf tuvo que servir a su país en el norte de África e Italia. Al terminar la contienda, se casó con su novia y trabajó como ingeniero. Y ya no volvieron a separarse.

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Nunca pasaron una noche separados hasta que mi abuelo tuvo que ingresar en la residencia de ancianos”, contó la nieta. Tuvieron tres hijos. Uno de ellos murió a los 30 años de esclerosis múltiple.

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