Quién es Sergey Kislyak, el embajador ruso que mantuvo reuniones con funcionarios de Trump

Quién es Sergey Kislyak, el embajador ruso que mantuvo reuniones con funcionarios de Trump
Quién es Sergey Kislyak, el embajador ruso que mantuvo reuniones con funcionarios de Trump

Es el hombre que tiene contra las cuerdas al gobierno de Donald Trump. El hombre con el que dos de las figuras más importantes del círculo cercano del presidente (Michael Flynn y Jeff Sessions ) habrían hablado, provocando su dimisión por ello. Se llama Sergey Kislyak, el hombre de Putin en EEUU.

Diplomático, de 66 años, que comenzó su carrera en la Unión Soviética y está destinado en la capital de EEUU desde 2008. En las últimas semanas, sus supuestos vínculos con Miachel Flynn, asesor de Seguridad Nacional y Jeff Session, fiscal general están sacuediendo los cimientos de la administración Trump. ¿Quién es el hombre que se reunió con ambos y podría ser el enlace entre Trump y el Kremlin?

Sergey Kislyak nació en 1950 en la ex Unión Soviética y se graduó del Instituto de Física y Tecnología de Moscú en 1973 y de la Academia de Comercio Exterior en 1977, recoge la página de la Embajada de la Federación Rusa en Washington DC.Una dilatada experiencia diplomática 

Es un veterano de la Guerra Fría que ingresó al Servicio Exterior soviético en 1977. En 1981 llegó a ser subsecretario de la misión permanente de la URSS en las Naciones Unidas en Nueva York. Hasta 1989 desempeñó diferentes cargos diplomáticos en Estados Unidos, después volvió para ser testigo de la caída de la URSS. En 1998 volvió a ser destinado en el extranjero al convertirse en embajador de la Federación Rusa en Bélgica y representante ruso en la OTAN.

Entre 2003 y 2008 regresó a Moscú para convertirse en viceministro de Relaciones exteriores durante las primeras dos presidencias de Vladimir Putin. Su vuelta a los Estados Unidos tuvo lugar en 2008, cuando fue nombrado embajador extraordinario y plenipotenciario durante el mandato de Dmitry Medvedev, cargo que ocupa hasta la actualidad. También es el enviado permanente de Rusia a la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, según informa el Consejo Ruso de Asuntos Internacionales.Habla inglés, francés y ruso 

Es un hombre que domina varios idiomas. Además de su lengua natal, Kislyak habla inglés y francés, está casado y tiene una hija. Dicen quienes le conocen que es un hombre de pocas palabras y con un perfil bajo  en cuanto a apariciones públicas.

Entre las que se recuerdan están las palabras que pronunció en 2015 ante una audiencia de estudiantes de EEUU: "Entendemos que los Estados Unidos no son un mero país entre otros y que son excepcionales a su manera, pero también Rusia es excepcional así como muchos otros países. La diferencia es que nosotros no imponemos nuestra visión del excepcionalismo en otros. Pero en los Estados Unidos hay una tendencia a creer que tienen el derecho a liderar", aseguró Kislyak, según un reportaje publicado en la revista estadounidense Newsweek.En el ojo del huracán

Ahora, el diplomático está en el ojo del huracán. Michael Flynn renunció al cargo de asesor de Seguridad Nacional del gobierno de Trump el 13 de febrero, después de que trascendiera que mantuvo reuniones con Kislyak, cuando el mandatario aún no había asumido su cargo y en las que habrían discutido el levantamiento de sanciones.

También Jeff Sessions, el fiscal general de los Estados Unidos, se enfrenta a fuertes presiones para que dimita después de que el Washington Post develara que en 2016 también se reunió con Kislyak. Sessions está investigando la presunta interferencia de Rusia en las elecciones del año pasado, pero sus vínculos con el diplomáticos rusos han desatado fuertes criticas en Washington.

El último en sumarse a la lista  de los encuentros con el diplomático ruso es  Jared Kushner, el asesor y yerno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La Casa Blanca confirmó el encuentro que ocurrió durante el mes de diciembre en la Torre Trump de Manhattan. Kushner, marido de Ivanka Trump, tenía como objetivo "establecer una línea de comunicación" entre el Kremlin y los nuevos inquilinos de la Casa Blanca. 

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