Trump visita el Muro de las Lamentaciones y confía en lograr la paz en la región

  • Donald Trump ha asegurado en Israel, segunda parada de su gira internacional, que hay una oportunidad para lograr la paz en Oriente Medio.

    Se ha convertido este lunes en el primer presidente de Estados Unidos en visitar en activo el Santo Sepulcro y el Muro de las Lamentaciones, lugares sagrados del Cristianismo y el Judaísmo.

Trump se fotografía en el Muro de las Lamentaciones y confía en lograr la paz en la región
Trump se fotografía en el Muro de las Lamentaciones y confía en lograr la paz en la región

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha aterrizado en Jerusalén en la segunda etapa de su primera gira internacional. Tras dos días en Arabia Saudí donde ha firmado multimillonarios acuerdos comerciales con Riad y ha pronunciado un histórico discurso ante la comunidad musulmana, ahora llega a Tel Aviv en busca del acuerdo definitivo de paz en Oriente Próximo. El magnate confía en alcanzar la paz definitiva que sus predecesores, con amplia experiencia política, fueron incapaces de lograr.

"Estamos ante una oportunidad poco común de traer la seguridad y la estabilidad a la región, de crear armonía, prosperidad y paz", ha declarado Trump durante la ceremonia de bienvenida, al poco de bajar del avión presidencial que ha aterrizado en el aeropuerto de la capital israelí, Tel Aviv, proveniente de Riad, en el que es el primer vuelo directo de la historia entre Arabia Saudí e Israel.

"Pero sólo podremos llegar juntos. No hay otro camino", ha añadido el presidente de Estados Unidos, que también ha insistido en señalar a Irán como el principal enemigo común de su país e Israel: "No podemos permitir que Irán tenga armas nucleares, nunca jamás". Por otro lado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que Israel tiene la mano "tendida en paz" a sus vecinos, incluyendo a los palestinos.

El republicano parece estar dispuesto a mejorar la relación entre Israel y EEUU tras el distanciamiento durante los últimos años del segundo mandato de Barack Obama. Para mejorar esa relación, ha modificado la postura estadounidense respecto a la solución a este conflicto, enquistado durante décadas.Netanyahu no apuesta por los dos Estados

Según reconoció durante la visita oficial de Netanyahu a EEUU en el mes de febrero, el presidente norteamericano parece estar dispuesto a abandonar la solución de los dos Estados como base para lograr la paz. Esto supone un cambio respecto a la política exterior que ha mantenido Washington hacia Oriente Medio desde la administración Clinton.

Tanto los gobiernos republicanos como demócratas habían respaldado una solución de dos Estados: uno israelí y otro palestino. El cambio propuesto el magnate difícilmente será aceptado por los palestinos cuya reclamación histórica es el reconocimiento del Estado palestino.

Otro de los asuntos de visita a la región es la promesa de Trump de trasladar la embajada de EEUU a Jerusalén. Durante la campaña electoral, el magnate repitió como un mantra que trasladaría la embajada de Tel Aviv a Jerusalén, aunque rápidamente congeló el plan. La idea, sumada a la negativa de los dos Estados, sería una provocación para los palestinos. Convertir Jerusalén en la capital israelí, cuando se trata de un territorio disputado y objeto de negociación, levantaría ampollas.Visita histórica al Muro de las Lamentaciones 

Aunque sin un acuerdo de paz, Trump ya ha hecho historia a las pocas horas de pisar el país. Se ha convertido en el primer presidente de EEUU en activo en visitar el Santo Sepulcro y el Muro de las Lamentaciones, lugares sagrados del Cristianismo y el Judaísmo, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, en lo que la comunidad internacional considera territorio palestino ocupado.

Hasta ahora, los mandatarios estadounidenses y europeos habían evitado este itinerario por el significado político que tiene, al estar en la zona oriental de Jerusalén, ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967, anexionada en 1980 con la condena de la ONU, y que los palestinos reivindican como capital de su futuro estado.

Trump ha querido cambiar esto y, horas después de llegar a la región, se dirigió a la ciudadela amurallada de Jerusalén, donde primero fue al Santo Sepulcro, en el que la tradición cristiana sitúa el lugar de la crucifixión, enterramiento y resurrección de Jesús, que visitó rodeado de representes de las iglesias ortodoxa griega, armenia y católica.

Posteriormente ha protagonizado una visita al Muro de las Lamentaciones, un acto de gran significado político y religioso al ser el primer mandatario estadounidense en activo que visita el lugar más sagrado de la religión judía. Lo ha hecho acompañado por su yerno y asesor, Jared Kushner, que es judío ortodoxo y se ha acercado después de Trump a rezar ante el muro.

Trump tiene previsto visitar este martes al presidente palestino, Mahmud Abás, si bien los palestinos le han recibido ya con cierto desagrado: con una  huelga general en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén y la convocación de una "jornada de ira" para protestar por su presencia en los territorios palestinos.

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