Uber espió a la policía para eludir sus controles en los sitios donde no se les permite circular

  • Una investigación de ‘The New York Times’ revela las tácticas y la utilización del programa 'Greyball' para salir a mercados sin pedir autorización.

    El objetivo principal era proteger a los conductores de rivales malintencionados que recurrían a teléfonos inteligentes para perturbar su trabajo, señaló la empresa.

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M.L.

Uber ha estado usando un 'arma secreta' para espiar y boicotear a la policía y autoridades que han estado tratando de reducir o cerrar su servicio de transporte en ciudades de todo el mundo.

La empresa admitió el viernes, después de una investigación de The New York Times, haber recurrido a un programa informático secreto que permite a sus conductores evitar ser controlados por la policía.

Según un comunicado del servicio de alquiler de vehículos con conductor, el programa "Greyball", fue utilizado en ciudades en que no estaba prohibido.

El objetivo principal era proteger a los conductores de rivales malintencionados que recurrían a teléfonos inteligentes para perturbar su trabajo, señaló la empresa.

"Este programa bloquea las demandas de usuarios fraudulentos (...), de gente que pretende atacar físicamente a los conductores, de competidores que intentan perturbar nuestras operaciones, o de rivales que se alían con las autoridades en operaciones secretas destinadas a tender trampas a nuestros conductores", dijo un portavoz de Uber.

Uber destacó que el programa era utilizado sobre todo en lugares en que los conductores temían por su seguridad, pero "raramente" para escapar a controles de las fuerzas del orden. 

Según el New York Times, el programa, aceptado por los servicios jurídicos de Uber pero que plantea numerosas interrogantes éticas, es empleado en varios países.

La empresa debe enfrentar actualmente acusaciones de que en ella campea una cultura sexista y violenta, de la que el propio fundador del servicio, Travis Kalanick, sería un exponente.

Kalanick ha sido también criticado por formar parte de un foro de empresarios que asesoran al presidente Donald Trump. Tras la avalancha de protestas que suscitó este hecho y las amenazas de boicot que pendían sobre Uber, Kalanick abandonó ese foro a comienzos de febrero.

La empresa está valorada actualmente en unos 68.000 millones de dólares y opera en decenas de países. 

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