Varios españoles vivieron en primera persona la tragedia del aeropuerto de Estambul

Reyes Velázquez y su novio, Manuel Lozano, hacían escala en Estambul. Su destino final era Japón, donde esta pareja de Málaga iba a pasar unos días de vacaciones. Tras decidir quedarse en el aeropuerto durante la espera,"nos sentamos en las butacas de la zona de embarque y sonó una explosión fuerte", explica Manuel. "No creía que fuera un ataque terrorista y le decía a mi novia que habría sido un petardo, algún gracioso... pero apareció una avalancha de gente y empezamos a correr hacia delante sin saber nada de lo que estaba ocurriendo", explica. "Corríamos sin saber porqué, pero corríamos o nos aplastaban".Olor a pólvora, regueros de sangre...

Manuel explica que la policía turca y toda la comunicación del aeropuerto fue en turco y que lo único que decían era "safety zone" y "nos cambiaban continuamente de safety zone. Hasta siete veces". Enseguida se dieron cuenta de que auello era un atentado. Lo que corroboraron definitivamente cuando fueron desalojados por la zona donde habían ocurrido los atentados. "Había un olor a pólvora que no se podía ni respirar y la gente lloraba. Nos desalojaron por la zona donde habían sido los atentados: regueros de sangre, cristales rotos por todos lados, una zona completamente destruida... Yo esto no lo había vivido nunca, pero ahora entiendo cuando hablan de histeria colectiva".

Una vez lejos de la pesadilla Manuel y Reyes trataron de buscar a otros españoles y lograron juntarse un grupo de unos veinte compatriotas. Y aquí critica la actuación de las autoridades españolas porque "llamamos al Consulado español en Estambul, muchas veces, y no nos contestaron siquiera". 

Ya más tranquilos, la pareja malagueña, ha vuelto hoy al aeropuerto a cambiar el billete y finalmente, "a la una y media de la madrugada, salimos para Japón. Estamos deseando llegar. Tampoco se puede vivir con miedo", finaliza Manuel.

En su cuenta de twitter, Manuel ha ido contando, durante todo el día, su versión de la tragedia, y las diferentes etapas de la peripecia que han pasado él y su novia. Así, a las 1,25 de la madrugada, pocas horas después del atentado twitteó: "17 españoles en la calle, 7 llamadas a la embajada española. Ninguna solución"; a l 1.47 decía :"Ahora mismo somos 19 españoles, estamos en el aeropuerto para informarnos. La mayoría va a Bangkok. Mucha tensión en la gente".17 españoles en la calle, 7 llamadas a la embajada española. Ninguna solución pic.twitter.com/0EEyg9R4L5— Maese Threepwood (@MaeseThreepwood) 29 de junio de 2016

A las ocho y dos minutos se podía leer en su cuenta de Twitter: "Bueno, ansiosos por salir de Estambul. Hasta la 1 y media aquí. Muy nerviosos con cualquier ruido o gesto, imagino que será normal..."; Un minuto después, decía: "...todos los españoles hicimos piña y ha sido un sentimiento maravilloso. Me repito: lástima de embajada y de evacuación. Solo queda esperar". A las ocho y cuatro minutos: "... mil gracias a toda la gente que intentó ayudar desde la distancia. Uno cree que nunca le ocurrirá algo así, y vivirlo es muy duro". Y finalmente decía: "Por último decir que no hemos tenido mala suerte, al contrario, somos unos afortunados.A intentar disfrutar más que nunca del viaje.Abrazos!"

Iban a pasar el verano como cooperantes en Manila (Filipinas), con las Hermanas de la Caridad, y necesariamente debían de hacer escala en el aeropuerto de Estambul. María y sus cinco amigas, todas sevillanas, disponen de tiempo y va a cenar, a la cafetería del aeropuerto.

Cuando apenas llevaban allí diez minutos y pedían la cena... el caos, la destrucción, la pesadilla. "Estábamos pidiendo la comida y escuchamos un ruido espantoso, disparos, no sabíamos que pasaba y hubo una avalancha", relata María a la Cadena Cope

María reconoce que pasaron mucho miedo y la confusión de los primeros momentos, hasta que, conscientes de lo que pasaba, lograron refugiarse."Cuando nos enteramos de lo que había ocurrido hubo una segunda avalancha y entonces nos escondimos en un cuartito hasta que llegó la policía y todo se tranquilizó".Un auténtico caos

Fueron momento terribles: "Estábamos con una señora con un bebé, una chica vomitando del agobio y otras personas que no paraban de gritar". Una vez que la policía fue localizando a todos los viajeros, dice María, "nos mandaron a todos a la planta de abajo y todo fue un caos, nos reunimos 16 españoles, éramos de Sevilla, de Málaga y Madrid y hemos estado en el aeropuerto hasta las ocho de la mañana que nos llevaron a un hotel".

Ahora, las seis amigas, que reconocen que tuvieron "mucho miedo", han decidido que van a continuar con sus planes y viajarán rumbo a Manila a hacer su voluntariado.  "Estamos bien, aunque al principio teníamos miedo y queríamos volver a casa, pero seguimos adelante rumbo a Manila", finaliza María.