La familia de Eida Karmi abandonó Siria en 2011. Era el primer año de la guerra y decidieron huir del país antes de que empeorara la situación. Viajaron todos menos Eida Karmi, una anciana de 115 años que decidió quedarse en su hogar en Hasaka, en el noreste del país. Cuando esta anciana nació, hace más de un siglo, todavía existía el Imperio Otomano y no habían ocurrido las guerras mundiales.
La violencia en Siria se volvió tan insoportable que Eida abandonó su hogar hace seis meses y emprendió el camino a Grecia con Ahmed y Berivan, una pareja amiga de su familia, con la que vive actualmente. Empezó entonces el largo periplo que millones de personas han recorrido desde el estallido de la guerra.
La que puede ser la refugiada de mayor edad de Atenas tiene todavía mucho camino por recorrer para encontrarse con su familia en Alemania. Desde un campamento de inmigrantes en Moria, Grecia, la anciana ha asegurado a la CNN : "La única cosa que deseo en la vida ahora es ver a mis hijos de nuevo".
La pareja que adoptó a la abuela centenaria tiene cuatro hijos pequeños y espera uno más que llegará en Navidad, lo que los impulsó a superar toda clase de obstáculos en Turquía y hasta a pagarle a traficantes de humanos para llegar a la isla griega de Lesbos en uno de los botes endebles que cruzan el mar. Ahora Eida, sigue esperando que las autoridades le permitan seguir su viaje a Europa.
Uno de sus nietos en Alemania, asegura a la CNN que “están esperando desesperadamente a que llegue el día en el que vuelvan a reunirse.” Mientras, desde Atenas, esta abuelita camina lentamente buscando, con la mirada, un lugar en el que descansar para continuar el viaje periplo para reunirse con su familia.
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