Activista egipcia: "No tengo miedo de los Hermanos Musulmanes, sino de las ideas fundamentalistas arraigadas en esta sociedad"

  • La presidenta del Centro Egipcio por los Derechos de la Mujer, Nehad Abul Komsan, reivindica en una entrevista telefónica con lainformacion.com el importante papel que están teniendo las mujeres en las protestas contra Mubarak y lamenta que las estén ninguneando en las negociaciones con la oposición. Pero no le sorprende. Dice que ignorar a las mujeres en este lugar del mundo es lo normal.

Las mujeres egipcias también salen por miles a las calles
Las mujeres egipcias también salen por miles a las calles
Efe

¿Qué papel están teniendo las mujeres en la revuelta de Egipto?

Ahora mismo hay un espíritu revolucionario en Egipto que ha motivado a la gente a participar en las protestas. Y las mujeres han tenido un papel de liderazgo en ello, empezando por internet, movilizando a la juventud y trabajando con ellos.

Hace dos años una mujer llamada Essree Abbd Ilsatah fundó un grupo de protesta en la red y se sumaron 70.000 seguidores. La metieron en la cárcel durante un tiempo, donde la maltrataron y pegaron. Pero cuando salió, se recuperó y volvió a trabajar cada vez más con la juventud. Así que desde luego las mujeres han participado fuertemente en el movimiento revolucionario de los internautas y también en el campo de batalla cuando decidieron salir a la calle.

Sin embargo en las imágenes que nos llegan desde Egipto parece que son mayoritariamente hombres los que salen a la calle.


De hecho, ese es un problema al que nos estamos enfrentando ahora. En muchas televisiones veo que se centran más en los hombres que en las mujeres, aunque cuando vas a la plaza Tahrir te encuentras con cientos de miles de mujeres de todas las edades. La televisión que vemos aquí focaliza su información en las actuaciones violentas y en ellas son más los hombres los que participan: pegando a soldados y soldados pegando a los manifestantes… Pero yo voy prácticamente cada día y veo a un montón de mujeres allí.

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan ahora?

Ahora mismo tenemos dos problemas y retos. Por una parte está la cobertura de los medios de comunicación como Al Arabiya o la versión árabe de la BBC. [Queremos conseguir que] la presencia de las mujeres se refleje en ellos en vez de centrarse en las actuaciones violentas. Las mujeres también están acampando en la calle con los demás manifestantes. Incluso hay mujeres mártires que han muerto en los enfrentamientos violentos.

No puedo explicar por qué esto no se ve en los medios, especialmente en los occidentales. Puedo entenderlo en lo que respecta a los medios de Oriente Medio, incluida Al Jazeera, porque forma parte de su fondo cultural. Ignorar a las mujeres es algo corriente en esta región, pero no sé qué pasa en los [otros] medios extranjeros.

Por otra parte, está el problema de la falta de la participación de las mujeres en comités como el que se ha formado para cambiar la Constitución [después del inicio de las negociaciones con la oposición], pero también en otros comités juveniles o de sabios. Apenas encontramos a mujeres en ellos.

¿Ha tenido usted la oportunidad de participar en el diálogo con el régimen abierto ahora?

No he recibido ninguna invitación. Aunque tenemos una tasa de profesoras universitarias que alcanza el 80 por ciento en las facultades de Ciencias Políticas y en Derecho la tasa también es superior a la de los hombres, cuando se trata de negociaciones políticas ignoran por completo a estas mujeres.

¿Cómo describiría la situación de las mujeres en Egipto?

2010 cerró el año garantizando un sistema de cuotas que garantice 64 escaños para mujeres en el parlamento. Y el Gobierno usó ese avance para decir que las mujeres han adquirido muchos derechos. Pero no es verdad.

Estamos retrocediendo en todos los aspectos que afectan al estatus de la mujer: en el campo de la educación (40 por ciento de analfabetismo), en el económico, en los cargos que implican tomas de decisiones, tenemos altos niveles de violencia y acoso contra la mujer… El Código Penal no criminaliza el maltrato, solo si hay heridas puede llegar a considerarlo delito.

Así que tenemos dos historias: la versión del Gobierno que siempre está hablando de logros y destacando cada pequeño paso que dan como si se tratase de una victoria, pero cuando nosotros monitoreamos con criterios científicos la situación de la mujer en Egipto, queda claro que tenemos un problema.

Dentro de todo este contexto, ¿teme la influencia que puedan ejercer los Hermanos Musulmanes tras las elecciones previstas para septiembre?

Bueno, ellos ya han formado parte del Parlamento desde 2005 a 2010 y ocupaban alrededor del 20 por ciento de los escaños [aunque oficialmente no se presentaban como Hermanos Musulmanes, sino de forma independiente]. No amenazaron a las mujeres. Tampoco son los únicos que tienen ideas fundamentalistas sobre las mujeres en esta sociedad. Es una especie de arma del régimen dictatorial, aunque se muestre negociador y conceda pequeños avances de cara a la comunidad internacional.

Así que con los nuevos acontecimientos en Egipto, estamos un poco preocupadas. Pero creo que si tenemos la oportunidad de ganar en poder político, tendremos a grupos liberales, socialistas, progresistas que aportarán un equilibrio a las ideas fundamentalistas que no se limitan a los Hermanos Musulmanes, sino que están extendidas por toda la sociedad.

Sí que es cierto que este grupo islamista presentó a un par de mujeres en las elecciones, pero las usan como una herramienta de su juego político. Pero no están a favor de dar ningún derecho a la mujer. Consideran que debe estar en casa alimentando a sus bebés y siendo un objeto sexual para sus maridos y, solo si tienen tiempo, presentarse a las elecciones.

Pero no tengo miedo de los Hermanos Musulmanes, sino de la cultura de esta sociedad. Necesitamos más grupos liberales y progresistas que trabajen para equilibrar a la sociedad.

¿Diría que el Nobel de la Paz Mohamed El Baradei es una esperanza en ese sentido?

No, porque Mohamed El Baradei no nos aporta nada sólido y también juega. Cuando se reunió con los Hermanos Musulmanes no discutió ningún asunto esencial sobre los que tienen que hablar. Mohamed El Baradei intenta mostrarnos un rostro liberal con un tono de consenso, pero hay asuntos fundamentales que no abordaron.

El Baradei no ha tocado el artículo número 2 de la Constitución, que dice que la ley islámica de la sharía es la fuente principal de Derecho. Yo soy musulmana y llevo el velo, así que no es que esté contra el islam o la sharía. Pero como una mujer liberal musulmana, opino que la sharía podría ser una de las principales fuentes de Derecho o podemos tener [directamente] una sociedad civil basada en la Ley, no en la religión.

Cuando veo a El Baradei, me da la sensación de que es un hombre muy liberal. Sin embargo, no le vi discutir este punto con los Hermanos Musulmanes. Por eso no tengo una visión clara sobre él ni puedo confiar plenamente en que 'sí, El Baradei es el hombre del futuro'. De hecho, creo más en toda la juventud que se ha movilizado.

¿Cree que la situación de la mujer en Egipto mejorará o empeorará tras las elecciones?

No lo sé. Pero espero tener una oportunidad para trabajar duro en mi campo -que es el de los derechos humanos- y que todos los grupos políticos puedan exponer sus ideas y crear un diálogo en la sociedad.

¿Cuáles son las principales mejoras que usted pediría si formara parte del grupo que negocia con el Gobierno de Mubarak?

Hay dos niveles de peticiones. La urgente es neutral, igual para hombres y mujeres, y se refiere a las demandas constitucionales. Hay que garantizar la libertad de expresión, enfatizar el estado civil y que los grupos trabajen con los sindicatos.

Al hablar de una sociedad civil, esto significa automáticamente una mejora para las mujeres. Y ahí entraría en juego el segundo paso, cuando se entrara en detalles. Lo primero sería garantizar una representación mínima de un 30 por ciento de mujeres en todo tipo de consejos, desde los estudiantiles, pasando por los locales hasta los de los sindicatos y los estatales.

Si la transición le da la oportunidad, ¿querrá usted dedicarse a la política?

Soy una activista pro derechos humanos y quiero seguir siéndolo. [Desde el Centro Egipcio por los Derechos de la Mujer] nos mantenemos en contacto con los grupos de la oposición y nos conocemos todos bastante bien. Yo quiero seguir trabajando desde este lado, motivando y trabajando con los políticos.

¿Va a ir hoy a la plaza Tahrir?

Sí, sí.

(Puedes encontrar más información sobre el trabajo que realiza el Centro Egipcio por los Derechos de la Mujer, presidido por Nehad Abul Komsan, aquí).

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