Una senadora australiana acude con burka al Parlamento para prohibirlo

  • "Si una persona debe quitarse un pasamontañas o un casco antes de entrar en cualquier otro edificio, incluido un tribunal. ¿Por qué no sucede lo mismo con el burka?

    No es la primera vez que Pauline Hanson, líder del partido ultraconservador Una Nacion crea polémica por sus opiniones sobre musulmanes y extranjeros.

Una senadora australiana acude con el burka al Parlamento para decir no al burka
Una senadora australiana acude con el burka al Parlamento para decir no al burka
L.I.

La senadora australiana Pauline Hanson, líder del partido ultraconservador Una Nación, acudió hoy al Parlamento de Camberra ataviada con un burka como parte de su campaña contra esta prenda de las mujeres musulmanas.

La política permaneció en su escaño cubierta por el velo negro durante unos 20 minutos, antes de tomar la palabra y quitárselo para pedir que sea prohibido por razones de seguridad.

"Si una persona debe quitarse un pasamontañas o un casco antes de entrar en un banco o cualquier otro edificio, incluido un tribunal. ¿Por qué no sucede lo mismo con alguien que tiene la cara cubierta y no se puede identificar?, denunció Hanson.

El fiscal general, George Brandis, reprendió en su turno de palabra el espectáculo de la política de Una Nación, agrupación que cuenta con otros tres asientos en la Cámara.

"Les advierto y les aconsejo que tengan mucho cuidado con ofender las sensibilidades religiosas de los australianos", en referencia a las leyes contra la discriminación racial y protección de libertad religiosa, dijo Brandis al cifrar en medio millón los australianos musulmanes, entre los aplausos del resto de miembros del Legislativo.

No es la primera vez que Pauline Hanson, líder del partido ultraconservador Una Nacion crea polémica por sus opiniones sobre musulmanes y extranjeros. Su discurso ha sido criticado de forma permanente por el primer ministro y otros miembros de la oposición.

Ya en 1996 dijo que el país estaba en peligro de ser invadido por los asiáticos, y que su batalla era preservar el estilo de vida de su país. Pese a que los datos demuestran que en el país solo un 2,2% profesan la religión musulmana, Hanson también declaró en más de una ocasión que de seguir las mismas políticas Australia se vería forzada a vivir bajo una religión islámica o sharía, y que el islam era un peligro para una sociedad abierta, secular y cohesionada". 

Pauline ha explicado su acción en facebook: "Durante mucho tiempo he creído que los revestimientos de caras completos, como el burka, eran opresivos, presentaban barreras a la asimilación, a las mujeres les impedía encontrar empleo, causan problemas dentro de nuestro sistema de justicia, presentan una clara amenaza de seguridad y no tienen cabida en la sociedad occidental moderna".

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