Fuego en el infierno del desalojo de Calais

El campamento de Calais empieza a ser historia. Equipos de remoción de escombros, escoltados por docenas de policías, comenzaron a demoler las chabolas y tiendas de campaña del campamento de Calais, en el norte de Francia, tras la evacuación de más de 4.000 migrantes en dos días.

Con sierras eléctricas empezaron a destruir los refugios de madera que fueron el hogar de miles de personas durante meses. Con maquinaria pesada remueven los escombros para reducir a la nada la acampada donde hasta el domingo se hacinaban en condiciones infrahumanas entre 6.000 a 8.000 migrantes que ansiaban cruzar a Reino Unido. El precario campamento parece ya una ciudad fantasma.

No queda nada de las instalaciones que durante años levantaron los refugiados. En la Jungla, como se conoce al campamento, había escuelas, santuarios y algunos pequeños establecimientos en los que conseguir algo de alimento.bushi_jp (journalist)

"LIVE from Calais refugee camp as dismantling operation continues" YouTube https://t.co/y6NfFop7EM— journalist (@bushi_jp) 26 de octubre de 2016

Varias imágenes en la red muestran pequeños incendios controlados en los que habrían resultado heridas al menos una persona.Structure burning in Calais jungle camp pic.twitter.com/qApMlV613x— James Reynolds (@jreybbc) 26 de octubre de 2016

Casi nada queda ya de este asentamiento informal de cuatro kilómetros cuadrados, se ha convertido en el símbolo de la incapacidad de Europa para resolver la peor crisis de migración desde la Segunda Guerra Mundial.

Unas 4.000 personas ya han sido desalojadas 

En total en dos días han sido desalojadas 4.014 personas. Los migrantes, la mayoría afganos, sudaneses y eritreos, que abandonaron sus países huyendo de conflictos y de la extrema pobreza, fueron trasladados en autobuses a centros de acogida repartidos en todo el territorio francés. Según el ministerio de Interior, la mayoría ha pedido asilo en país galo, que decidirá en cuatro meses aproximadamente, si otorga o no este estatus a los refugiados. Los sean rechazados regresarán de nuevo a sus países de origen.Preocupación por los menores 

Lo que más preocupa es la suerte de los menores. Unos 1.300 menores no acompañados viven en este campamento, en condiciones extremas, de los cuales 500 aseguran tener parientes en Reino Unido. Según la ONG Humans Rights Watch, aproximadamente 400 de ellos cumplen con los requisitos necesarios para reunirse con sus familiares residentes en Reino Unido bajo el amparo del Reglamento de Dublín de la UE Por el momento, 800 ya están en un centro de acogida temporal, situada en la entrada al campamento, donde se está estudiando su situación. Por otro lado, unos 200 menores de este asentamiento han sido acogidos en Reino Unido desde principios de octubre, entre los cuales 60 niñas que corrían riesgo de "explotación sexual”