Chávez cree que el nuevo tumor puede ser maligno

Si Venezuela lleva los 13 años de gobierno del presidente Hugo Chávez incisivamente dividida en lo político y social, el cáncer que padece el mandatario - diagnosticado en el mes de junio de 2011 en La Habana y ahora vuelto a reproducirse - , sigue ondeando sobre el país de manera dramática entre oficialismo y oposición.

Ayer martes, ante la avalancha de rumores sobre el estado de su enfermedad que inundó el país el fin de semana, hallándose en Cuba haciéndose un chequeo de urgencia, se vio en la imperante obligación de regresar e informar sobre su agravada situación.

Habló de la necesidad ser sometido a una nueva intervención quirúrgica para extraerle una "lesión de 2 centímetros diámetro", diagnosticada en el mismo sitio donde fue extraído el tumor hace ya casi un año, señalando no padecer "metástasis en ninguna parte del cuerpo".

Hasta los momentos no está confirmado el día exacto ni el centro médico en donde será operado.

"Estamos evaluando, tenemos la posibilidad de hacerlo aquí o en La Habana, donde fue la primera operación, con el mismo equipo. La intervención debe ser los próximos días, no creo que pase del fin de semana", subrayó.

Comentó, científicamente hablando, "de que esa nueva lesión sea maligna, sin embargo hay altas probabilidades de serlo porque está en el mismo lugar de la anterior".

Con expresión entrecortada dijo: "La cruz de Cristo se debe llevar cuando hay que hacerlo", asegurando que algunos sectores de la oposición " están celebrando la enfermedad".

Hizo un llamado a la conciencia y a la unidad. "Más allá de ese sentimiento, está el amor grande de un pueblo", aseveró.

En horas de la noche envió un mensaje a sus seguidores en la red social Twitter. "¡Dios les pague tanta solidaridad, tanto Amor, mis amados y amadas Compatriotas! ¡Viviré! ¡Viviremos! ¡Venceremos!¡Hasta la Victoria Siempre!".

Mientras para los seguidores del líder máximo de la revolución bolivariana el anuncio del nuevo tumor está sirviendo como catalizador de su entusiasmo y fervor hacia el jefe del Estado y han comenzado vigilias de oración en su apoyo, una mayoría de contrarios al régimen creen que el mal anunciado, sin parte médico oficial, pudiera ser una estrategia electoral preparada con el fin de crear sensibilidad y simpatía alrededor de su figura, la cual cada vez arrastra menos entusiasmo.