Cinco años en la Casa Blanca: del efecto Obama al defecto Obama

Se cumplen cinco años de la llegada al poder de uno de los fenómenos más importantes en la historia reciente de la política mundial: Barack Hussein Obama.

Después de 'deshacerse' de Hillary Clinton en las primarias del partido demócrata, ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos con un claro margen de 365 votos presidenciales frente a los 173 de su rival republicano McCain, y se convirtió en el primer presidente afroamericano de la historia de Estados Unidos.

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Acababa de nacer una estrella que llenó de ilusión el panorama sociopolítico mundial. Los ocho años de su predecesor George W. Bush habían desgastado la imagen de la primera potencia mundial, marcada por los atentados del 11-S y la posterior intervención en Irak que depuso al dictador Sadam Hussein, pero que dio el punto de partida a un periodo de fango militar en la zona, que dividió a las principales potencias mundiales en torno a esta acción, sin consenso de la ONU, que arrastró también a sus principales aliados: Reino Unido y España.EL EFECTO OBAMA

La desilusión en torno a la política, la crisis económica que daba sus primeros pasos con fuerza y los mensajes en positivo de esta figura emergente hicieron que millones de personas a lo largo del planeta vieran en Obama la 'gran esperanza negra' que podría dar un cambio en positivo al planeta.

El 'Yes, we can' marcó su inicio. Ese lema sacudió los esquemas del marketing moderno y marcó un hito publicitario. Ese hecho, sumado a la ruptura de los tabúes raciales y las constantes referencias de Obama a Abraham Lincoln en torno a la libertad, hicieron que los más importantes representantes de la política y la cultura mundial mostraran su total apoyo al demócrata.

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Como ejemplo de aquella época de emoción sin medida en torno al nuevo presidente, se conservan en las hemerotecas algunas frases de algunos de los músicos más influyentes de norteamérica como: "estoy orgullosa de que llegue una generación a la que la raza no importa" (Beyonce), "Obama o muere" (Puff Daddy), "Obama puede cambiar la política para siempre" (Bob Dylan), "acabará con el desastre de los últimos ocho años" (Bruce Springsteen), "es una mezcla entre JFK y Martin Luther King" (Steve Wonder)...

La popularidad de Obama en esos instantes rozaba el 78% de apoyo popular, unos datos nunca vistos en la historia reciente del país. Tal fue la conmoción mundial en torno a su figura que en 2009 se le otorgó el Premio Nobel de la Paz "por sus esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos". En menos de un año de mandato ya era Premio Nobel de la Paz, un galardón muy polémico que recogió con gratitud, y que se intuyó como un aviso y una forma de presión ante las grandes expectativas de paz que generaba su figura.

Entre sus promesas electorales destacaba la idea de cerrar de forma inmediata Guantánamo, finalizar con la guerra de Irak, reformar la sanidad para hacerla más universal, finalizar con las torturas y cárceles secretas, dar por concluidas las restricciones al pueblo cubano, otorgar más derechos a las minorías, abrir la mano a través de su reforma migratoria a la legalización de indocumentados, eliminar impuestos a jubilados y hacer emerger la economía norteamericana, entre otras.EL DEFECTO OBAMA

Los meses pasaban y Guantánamo no se cerraba. La guerra de Irak seguía devolviendo ataúdes norteamericanos sin freno, la economía se venía abajo de forma irremediable... casi al mismo tiempo que lo hacía la esperanza en torno a Obama.

Cumplió con su promesa de retirar las tropas de Irak en 2011, otorgó más derechos a algunas minorías y levantó restricciones a los cubanos, pero el difícil sistema bicameral de Estados Unidos ha ido complicando su idea de reformar la sanidad, de llevar a cabo la reforma migratoria... y de cerrar Guantánamo, algo que cinco años después no está ni en el debate.

A pesar de todo, logró dar un golpe de efecto en mayo de 2011 cuando anunció al mundo que sus tropas de élite habían acabado con la vida de Osama Bin Laden, un hecho que hizo salir a la calle a miles de estadounidenses enfundados en banderas para celebrar una muerte, y que hizo remontar su alicaída popularidad, que un mes antes se situaba en el 45%, muy lejos del 78% de cuando llegó al poder.

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La crisis económica no remontaba en Estados Unidos, pero Obama se convirtió en el presidente que acabó con el terrorista más buscado. Ese impulso hizo que, aunque con menor apoyo que en 2008, fuera reelegido en 2012 con 303 votos electorales frente a los 206 de un débil candidato republicano Romney.

Desde ese instante, Obama ha vuelto a caer. El último obstáculo ha sido la polémica reforma sanitaria que los republicanos quieren evitar a toda costa, hasta el punto de dejar al país al borde de un cierre administrativo. La ciudadanía ha dado la espalda a Obama a pesar de culpar a los republicanos, y su popularidad se sitúa hoy en un bajísimo 42%, mientras que un 51% de los americanos tiene un rechazo total a su trabajo, según una encuesta de la NBC y el Wall Street Journal.

Hoy, las voces emotivas en torno a él se han apagado y parece claro que finalizará su mandato con más pena que gloria. Sin rastro de la expectativa en torno a lo que pudo ser, sin rastro de un efecto Obama que poco a poco se ha transformado en defecto.LOS DIEZ LOGROS DE OBAMA EN CINCO AÑOS

- Consiguió sacar al país de la crisis económica y sortear la quiebra de la industria automovilística.
- Pasará a la historia como el presidente de Estados Unidos que acabó con Bin Laden.
- Apoyó los derechos de los inmigrantes indocumentados.
- Amplió, o al menos lo intentó, los derechos de los ciudadanos en materia de Sanidad.
- Promovió los derechos de los gays.
- Enfrió la tensión nuclear con Irán.
- Invirtió en energía renovable y creó un grupo de trabajo contra el cambio climático.
- Eliminó las restricciones al pueblo cubano.
- Finalizó la guerra de Irak.
- Designó por primera vez en la historia a dos mujeres como magistradas del Tribunal Supremo, una latina.LOS DIEZ FRACASOS DE OBAMA HASTA LA FECHA

- El cierre de Guantánamo, una promesa que probablemente no cumplirá.
- Búsqueda de consenso político. Lejos del consenso, el Congreso norteamericano cada vez está más dividido.
- Reforma migratoria. Él mismo admitió lo siguiente: "mi gran fallo, sin duda, ha sido no llevar a cabo una profunda reforma de la ley migratoria, pero prometo seguir trabajando en ello para que cada ciudadano en Estados Unidos pueda cumplir el sueño americano".
- Escándalo de espionaje mundial.
- El Nobel de la Paz, un título que le queda grande a tenor del gran incremento de operaciones militares llevadas a cabo. Un ataque con drones cada cuatro días (Bush atacaba así cada 43 días).
- Liderazgo en política exterior. (A tenor de las encuestas que fijan en un 40 por ciento el respaldo de los ciudadanos a sus decisiones en esta materia).
- Los sectores más conservadores de EEUU tachan de desastre su reforma sanitaria.
- Imagen de EEUU en el mundo musulmán. Se encuentra en los mismos niveles (muy bajos) que en la época de George W. Bush.
- Desempleo juvenil. Los datos son buenos (7,2%), pero su objetivo sigue siendo rebajar el paro juvenil, que se sitúa en el 15,2%
- Sin milagro económico. A pesar de ser el presidente que ha conseguido salir de la crisis, todavía le achacan que la deuda nacional sea muy elevada y que las exportaciones hayan disminuido.