Así son las conexiones de los cárteles más peligrosos del mundo con España

El 18 de marzo de este año el mexicano Juan Manuel Muñoz Luévano, alias 'El Mono', descansaba plácidamente en su fastuosa residencia de la zona norte de Madrid. Estados Unidos llevaba tiempo reclamándolo por delitos de narcotráfico. El hombre cuenta en su poder con innumerables antecedentes policiales como enlace del sanguinario Cártel de los Zetas.

'El Mono' finalmente fue detenido aquel día por las fuerzas de seguridad del país. Su arresto no supuso una noticia menor: además de sus labores para los Zetas, mantenía vínculos estrechos y directos con políticos y funcionarios del sistema judicial mexicano. También era un 'pluriempleado': según los informes de las autoridades de EE. UU., también colaboraba de forma independiente con los cárteles de Sinaloa, del Golfo y de los Beltrán-Leyva, entre otros.

Su caída puso sobre el tapete las conexiones y lazos de la industria del narcotráfico más poderosa de la Tierra con España (y, por ende) con el resto de Europa. Algo se esconde detrás de la detención de Muñoz Luévano. La Audiencia Nacional lo investigaba por sus supuestos vínculos con Humberto Moreira, expresidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), la formación política más importante de México.

Moreira, exgobernador del Coahuila -estado situado al norte de México-, quien fijó su residencia en Barcelona en 2013, fue detenido bajo acusaciones de vinculación con Los Zetas y blanqueo de dinero y poco después puesto en libertad por falta de pruebas.

De todas formas, detrás de este caso afloran muchos otros, que al menos provocan ciertas sospechas y levantan interrogantes sobre los tentáculos del narco mexicano que se extienden en estas latitudes.

En octubre del pasado año, el diplomático Fidel Herrera fue designado cónsul de México en Barcelona. La revista Forbes le definió como una de las "10 personas más corruptas de México" y protector del cártel de Los Zetas. Modus operandi

En una amplia investigación, la revista Vice también ha abordado recientemente los nexos entre el narcotráfico mexicano y España. En un artículo publicado recientemente, cita a fuentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil, quienes señalan un modus operandi definido de las mafias mexicanas en nuestro país. En su opinión, España cobra vital importancia para los narcos por su papel como punto de introducción y venta de la droga para su posterior distribución a toda Europa.

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"Para la recepción y colocación de la droga se usan personas que trabajan al mismo tiempo para diversas organizaciones de narcotráfico. Son intermediarios independientes o 'agentes externos' que tienen clientes fijos pero que no pertenecen a un cártel en concreto", ha señalado a ese medio un especialista en estos temas del Instituto Armado.

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En la cadena para intentar introducir drogas en Europa, los mexicanos debían siempre apelar a la 'ayuda' de bandas colombianas. Éstas aún tienen una mayor cuota de poder en el mercado del continente europeo (debido a su venta histórica y al 'por mayor' en este lado del mundo).

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El mercado por excelencia de los cárteles mexicanos sigue siendo EE. UU, pero en los últimos tiempos existen fuertes indicios para poder afirmar de que quieren abrir 'sucursales' en Europa, sin tener que contar con los intermediarios colombianos, que le restan margen de ganancias.

La Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional llegó a investigar cómo el Cartel de Sinaloa trató de crear, entre 2012 y 2013, su propia red para no depender de los colombianos en la introducción y comercialización de la drogas en Europa.

Hay otros hechos que también generan alarma. Un poderoso integrante del cártel de Sinaloa cerró un trato en febrero de 2013 para comprar armas en nuestro país a un grupo de sicarios colombianos. El arsenal estaba compuesto de armas de guerra, lanzagranadas y fusiles AK-4. Iban a utilizarse en un ajuste de cuentas planificado al milímetro por el robo de unos de sus envíos de cocaína realizados a través de los contenedores del puerto de Valencia.

Otro tema a tener en cuenta es la 'visita' por 'goteo' que vienen realizando poderosos narcotraficantes de los Cárteles mexicanos a España en los últimos tiempos. A mediados de 2012, existen certezas de que tres primos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán Loera (hoy a la espera de ser deportado a EE.UU.) arribaron a nuestro país.

Jaime Antonio Mandujado Eudave, otro miembro histórico del Cártel de Sinaloa, fue detenido en Madrid en el verano de 2014 cuando llevaba a cabo una serie de "gestiones relacionadas con sus turbios negocios".

Para los narcos mexicanos, España no es solo el centro de operaciones para la exportación de la droga al resto de Europa, sino también un lugar de huida para esquivar las órdenes de busca y captura que pesan sobre ellos, los ajustes de cuentas que tienen pendientes con otros grupos mexicanos o para evitar una sobreexposición que podría resultar dañina o peligrosa.

"Son gente que viene huyendo pero si tienen necesidades económicas solo saben hacer una cosa. No hay grandes capos, son gente de la esfera intermedia", explica la fuente de la policía judicial de la Benemérita. Además, sigue, en España tienen contactos, la presión policial ha sido históricamente menor que en EE. UU., y la barrera lingüística no existe.