Mucho se ha especulado sobre el futuro inminente de Cristina Fernández de Kichner, la mujer más poderosa de la Argentina durante la última década. Mientras se prepara para dejar su cargo como presidenta de la Nación (el opositor Mauricio Macri la sucederá en el poder el próximo 10 de diciembre) una ola de rumores ha comenzado a circular por la Casa Rosada de Buenos Aires.
Ella ya ha aclarado que, después de dos mandatos presidenciales seguidos (2007-2011, y 2011-2015) se instalará para descansar por un tiempo en su "lugar en el mundo", El Calafate, en la sureña provincia argentina de Santa Cruz. Algunas versiones señalaban que "CFK" (como se le conoce en los ámbitos de poder) podría incluso barajar la posibilidad de radicarse posteriormente por un tiempo en el exterior.
Pero, al margen de las especulaciones, asoman ciertos indicios sorprendentes. Cristina Kirchner acaba de encargar al actual jefe de su servicio de seguridad personal, Diego Carbone, que diseñe "una división especial" de escoltas para acompañarla en su retiro "espiritual" en la Patagonia argentina. Su exigencia, según confirman fuentes cercanas a la mandataria, es una tropa integrada por cien escoltas.
Este servicio, inédito por su envergadura para un expresidente argentino, estaría integrado por efectivos de la Policía Federal y decenas de móviles. La protección de exmandatarios nunca ha superado los 30 efectivos en el mencionado país sudamericano. Este cuerpo especial tendrá su sede en las instalaciones del Cuerpo de la Policía Montada de Buenos Aires, según informa el diario La Nación.
Uno de los coordinadores de este operativo especial será Aníbal Fernández, el todavía jefe de Gabinete de la presidenta, quien acaba de perder las elecciones a gobernador de Buenos Aire. Además, el servicio especial de escoltas estará supervisado por Román Di Santo, el jefe de la Policía Federal de Argentina.
La solicitud de Cristina Kirchner es que los efectivos que la protejan viajen por turnos hasta la ciudad de Río Gallegos (allí tiene su residencia habitual) o hasta El Calafate, donde se encuentra su casa de descanso. Sus allegados cuentan que ése será el único privilegio que mantenga cuando se aleje de la residencia presidencial de la Quinta de Olivos.Últimos días en el poder
Los últimos días en el poder de la viuda de Néstor Kirchner no están siendo nada fáciles, según han filtrado a algunos medios de comunicación personas de su círculo íntimo. Ha comenzado a pensar en su salida de la primera escena desde hace meses. Varios de sus funcionarios, que gozan de su confianza, esperaban que ella no dejara la política y encabezara la lista de candidatos a diputados de la provincia de Buenos Aires.
Pero ella se ha negado en rotundo. "Me voy al llano, sin cargos, aunque siempre seguiré siendo militante", ha manifestado en más de una oportunidad.
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