Se cumplen cinco años de la matanza de Utoya de Anders Breivik

  • Este extremista antimusulmán estuvo cinco años preparando el que sería el atentado más brutal de la historia de este país nórdico.

    Se entrenó corriendo con mochilas con pesos para la segunda parte de su ataque y se formó en materiales explosivos para que su atentado fuera un éxito.

Anders Breivik
Anders Breivik

77 personas muertas. Este fue el saldo de víctimas que Anders Breivik dejó el 22 de julio de 2011. Este viernes, cuando se cumplen cinco años de esta brutal matanza, la sociedad noruega aun no se ha recuperado.

Este extremista antimusulmán estuvo cinco años preparando el que sería el atentado más brutal de la historia de este país nórdico. Primero, puso una bomba en Oslo con la que mató a 8 personas e hirió a unas 200. Más tarde, a las 17,26 horas, se desplazó hasta la isla de Utoya donde asesinó a 67, la mayoría de ellos niños y adolescentes que participaban en el tradicional campamento de verano de las juventudes laboristas noruegas.

Breivik lo tenía todo más que planeado. Se entrenó corriendo con mochilas con pesos para la segunda parte de su ataque y se formó en materiales explosivos para que su atentado fuera un éxito. El periplo del asesino en la isla culminó  a las 18:34, poco más de una hora después de llegar a la isla. Cuando fue detenido se identificó con estas palabras: “Soy un comandante de los Caballeros Templarios de Europa: somos parte del movimiento anti comunista y de resistencia noruego contra la islamización de Europa y Noruega”.

“Hubo tantas victimas porque les disparó a sus zonas vitales”. Esta terrible declaración la realizó uno de los forenses durante el juicio. Este lobo solitario quiso causar el mayor daño posible por lo que actuó en conciencia. En abril de 2014 fue juzgado y entonces se mostró impasible ante las declaraciones de los testigos.

Hubo un momento en el que Breivik lloró en la sala. Sin embargo, sus lágrimas eran de emoción cunado se proyectó el vídeo que él mismo subió a Youtube la mañana de la matanza. Los psiquiatras presentes en el juicio destacaron que su reacción era fruto de su narcisismo y egocentrismo. En el resto de sesiones del juicio se mostró aburrido aunque a veces lucia alguna que otra sonrisa.

Finalmente fue condenado a 21 años de cárcel. La primera evaluación mental estimó que tenía esquizofrenia y paranoia, la indignación popular, que no quería que fuera enviado a un centro mental en vez de a la cárcel, hizo que el juez del caso pidiera una segunda evaluación. Esta lo declaró sano, para alegría de Breivik.

Su lucha contra el islamismo

Anders Breivik entró a formar parte de una orden de templarios en 2002. El objetivo de este grupo era desterrar el Islam de Europa. Cuatro años más tarde, decidió dedicarse de lleno a la lucha contra el islamismo en Europa, y se traslada con su madre a Oslo. Breivik continuó esos años con sus ideas terroristas, hasta que en la primavera de 2011 alquiló una granja en la que preparó la bomba de Oslo. Para ello, compró todos los componentes necesarios, incluidos los fertilizantes.Breivik se queja de la soledad y la comida precocinada que le sirven en la celda

El pasado mes de marzo, Breivik volvió a ocupar las portadas de medios internacionales. El asesino de Utoya denunció ante un tribunal que Noruega que estaban violando sus Derechos Humanos al mantenerle incomunicado y recluido en condiciones "humillantes", afirmando que la comida precocinada que le servían era una tortura peor que la "asfixia". Finalmente ganó el juicio al estado noruego.

Cabe destacar que Breivik dispone de su propia cinta para correr, una PlayStation, una bicicleta estática y un sillón reclinable con reposapiés. Para entretenerse el reo recibe periódicos, revistas, libros, puzles, vídeos en DVD y un discman para escuchar música.

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