El año no ha comenzado bien para John Scott Vishion. Este californiano de 46 años acabó la primera noche de 2013 entre rejas después de robar un carrito de golf y tratar de recorrer con él los 175 kilómetros de autopista que separaban el hotel donde pasaba la Nochevieja de su casa en Citrus Heights (California, EEUU). Además, los oficiales de tráfico que dieron el alto a Vishion pudieron comprobar que tanto el peculiar vehículo como su conductor iban bien cargados de alcohol.
El hombre triplicaba la tasa de alcohol en sangre permitida por las autoridades estatales y llevaba nada menos que cinco botellas de champán para aliviar el largo camino de vuelta a su hogar.
En cualquier caso, Vishion tampoco tuvo demasiado tiempo para brindar por su hazaña. Su alocado viaje en carrito de golf apenas duró 20 kilómetros. Una patrulla de carreteras le detuvo cuando circulaba a 40 kilómetros por hora entorpeciendo el tráfico de la autopista.
El hombre se encuentra encerrado en la cárcel del condado de Calaveras a la espera de juicio. Las autoridades le han acusado de un delito contra la seguridad del tráfico, de conducir bajo los efectos del alcohol, de robo de vehículo y del hurto de las botellas de champán. De ser condenado por todos los cargos, la noche de juerga podría suponerle varios años a la sombra.
Por una discusión
Según los medios locales, después de que se le pasara la borrachera, Vishion explicó a los atónitos agentes que le detuvieron que su alocada odisea estuvo motivada por una discusión familiar durante la celebración del cambio de año. Al parecer, enfadado y pasado de copas, el arrestado decidió emprender el viaje de vuelta a casa andando desde el hotel en el que se encontraba en la localidad de Angels Camp.
Después de recorrer unos pocos metros vio un carrito de golf aparcado en la puerta de una casa de este pueblecito vacacional californiano y decidió 'tomarlo prestado'. Vishion accedió al garaje de la casa en busca de las llaves y, de paso, se llevó las botellas de champan y varios palos de golf.
"Tiene suerte de no haberse visto envuelto en un accidente de tráfico", explicó el jefe de policía de Angels Camp, antes de bromear sobre la rocambolesca fuga: "que un carrito de golf circule por la autopista no es demasiado habitual".
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