Un individuo de 20 años, Jeffrey Williams, ha sido imputado por undelito de agresión en primer grado por disparar la semana pasada a dospolicías durante una manifestación en al ciudad de Ferguson, en Missouri,epicentro de una polémica sobre la violencia racial.
Williams ha reconocido haber realizado los disparos, según ha reveladoel fiscal del condado, Robert McCulloch, en una rueda de prensa. "No estáclaro si tenía como objetivo a la policía", ha matizado.
"Ha reconocido su participación en el tiroteo", ha afirmado McCulloch,quien ha indicado que Williams disparó el arma de fuego desde un
vehículo. El sospechoso, cuya fianza fue fijada en 300.000 dólares, al parecer habríadisparado un arma calibre 40 desde un automóvil y es posible que estuviera disparándolea alguien más, según McCulloch.
Williams, un afroamericano que había estado en libertad condicional por posesión deartículos robados, fue arrestado tras una intensa búsqueda. La colaboración ciudadana ylas pruebas en grabaciones de vídeo ayudaron en la investigación, ha explicadoMcCulloch.
La investigación ha permitido la incautación de un arma corta en el lugar donde residía Williams. El arma tiene una munición quecoincide con los cartuchos hallados en el lugardel ataque. Además, McCulloch ha explicado que aunque Williams parece ser el único agresor, podría haber más detenciones conforme avance la investigación.
"Este arresto envía el claro mensaje de que losactos de violencia contra nuestro personal decumplimiento de la ley nunca serán tolerados", ha destacado el Fiscal General de EstadosUnidos, Eric Holder, en un comunicado.
El bario de St. Louis, en Misuri, ha sido elcentro de protestas desde que un policía blanco mató a tiros en agosto a Michael Brown,un joven negro de 18 años. El asesinato provocó manifestaciones en todo el país y alentó una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
En el tiroteo del pasado jueves, un oficial de policía de 41 años sufrió una herida de balaen el hombro y otro colega, de 32 años, resultó con una herida en el rostro y una balaalojada cerca de su oído. Ambos fueron tratados y dados de alta por un hospital local.
El tiroteo ocurrió horas después de que el jefe de policía de Ferguson dimitió tras uninforme del Departamento de Justicia de Estados Unidos que reconoció un sesgo racialenraizado en la policía local.
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