Lobos solitarios, embestidas con camiones y drones con armas son algunos de los posibles riesgos considerados por las agencias estadounidenses de seguridad en su preparación para la ceremonia de investidura Donald Trump como nuevo presidente, el próximo viernes. Aunque el país en general, y Washington en particular, están constantemente en alerta contra ataques de grupos como el Estado Islámico, toda precaución es poca.
Para que la toma de posesión discurra con normalidad, está prevista la movilización de unos 28.000 agentes, incluyendo el Servicio Secreto, la Guardia Nacional, el FBI y la policía regional, para garantizar la seguridad de la ceremonia, informa USNews.
El viernes es el día D para el presidente Trump. La ceremonia arrancará este jueves con ofrendas florales en el Cementerio Nacional de Arlington y mañana tendrá lugar el juramento del nuevo presidente, seguido por la caravana por el centro de Washington, una gala y, finalmente, una ceremonia religiosa en la Catedral. Varios de esos eventos serán al aire libre, en especial la ceremonia de juramento, donde en un espacio reducido estarán el nuevo presidente, el mandatario saliente y otros altos funcionarios. Es por ello, que todos los edificios próximos estarán vigilados por francotiradores y el FBI usará detectores de sustancias químicas y biológicas.El tradicional recorrido a pie, la principal seguridad de los servicios de seguridad
La mayor preocupación para los servicios de seguridad es el tradicional recorrido a pie del presidente desde el Capitolio a la Casa Blanca. El presidente Jimmy Carter sorprendió a la nación en 1977 al caminar todo el trayecto, de casi 2 kilómetros, después de jurar. Desde entonces, la mayoría de los presidentes camina un pequeño trayecto para mostrar su acercamiento con el pueblo. Sin embargo, se trata de uno de los gestos de mayor tensión para el Servicio Secreto, responsable de la protección del presidente y su familia.
La seguridad estima una concentración de alrededor de 900.000 personas, incluyendo allí al menos unos 99 grupos que planean realizar protestas. Para evitar cualquier problema, siete kilómetros cuadrados en el centro de Washington se cerrará completamente al tráfico de vehículos, con excepción de los automóviles del personal de seguridad.
Quienes quieran acompañar la ceremonia no podrán llevar mucho más allá de sus teléfonos móviles, cámaras y sus documentos. La larga lista de objetos prohibidos incluye aerosoles, globos, bicicletas, objetos de vidrio, punteros de láser y, obviamente, cualquier tipo de arma.
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