El enemigo de Maduro es... la ineficacia

Durante su discurso de toma de posesión como nuevo presidente de Venezuela, Nicolás Maduro reconoció que había perdido votos. Y añadió: "Busquemos las razones de la merma para echar hacia adelante", dijo.

No había que ir muy lejos. Su verdadero enemigo es la ineficiencia.

"Tenemos un gigantesco problema de gestión pública, estamos en una crisis económica, de servicios, social y todo en un contexto internacional económico que no es muy favorable", afirmaba Colette Capriles, una profesora deteoría política de la Universidad Simón Bolívar de Caracas entrevistada por la BBC.Una pérdida sangrante

Esa ineficiencia ha pasado factura. Por primera vez en su historia, el chavismo ha perdido votos. Unos 700.000 papeletas fueron a la oposición. Hasta el presidente de la Asamblea, Diosdado Cabello, afirmó que esos votos antes eran chavistas por lo cual había que hacer "autocrítica".

Para afrontar a ese enemigo que puede derrotarle en las urnas, Maduro anunció en su toma de posesión que iba a crea la Gran Misión Eficiencia o Nada. Objetivo: detectar "lo mal hecho".

El presidente quiere "un Estado y un sistema que funcione". Pero, ¿puede hacerlo teniendo en cuenta que su modelo de gestión es el mismo que ha demostrado ser ineficaz en Cuba o Corea del Norte?Ideología frente a eficacia

Durante los 14 años del chavismo, el estado ha ido tomando poco a poco mayores sectores de la producción. En unos casos se ha hecho con la excusa de que eran tierras improductivas. En otros, se han tomado productoras de café, ganaderías, empresas de telecomunicaciones (CANTV), o de energía eléctrica (Electricidad de Caracas).

Por último, a las antiguas empresas estatales que tenían una gestión moderna, como PDVSA o Sidor, se les ha aplicado la gestión socialista: asamblearia, sin responsabilidades, sin cuadros de mandos preparados, ni métodos de productividad, convertidas en fábrica de enchufes, y de modorra administrativa. Resultado: ineficiencia. PDVSA produce menos petróleo que hace 10 años, y en Sidor, la empresa siderúrgica, se produce la tonelada de acero a 850 dólares y se vende por 550 dólares, según dijo Nerio Fuentes, dirigente de la organización Militantes Siderúrgicos, afectos al chavismo.

Todo ese proceso estatalizador se aceleró a partir de 2007. En un discurso que erizó los pelos a muchos venezolanos, Chávez anunció el nacimiento de una nueva fase que desembocaría en la "República Socialista de Venezuela". Animó a desprenderse de todas las manías del estado burgués. "El viejo Estado burgués, que todavía vive, tenemos que irlo desmontando progresivamente mientras creamos otro comunal, socialista y bolivariano, en capacidad de conducir una revolución, no para detenerla", señaló Chávez entonces. Y como primera muestra de esa nueva era, ordenó expropiar las acciones de CANTV, la empresa de telecomunicaciones que estaba en manos de la americana Verizon.

A medida que ese estado socialista avanzaba, las empresas, las tierras y la administración se hacía más ineficientes. La prueba de que se ha llegado a una situación límite es que en su primer discurso como presidente, Maduro habló de combatir esa "modorra". Y apeló al sistema de gerencia del capitalismo. "¿Cuál es el objetivo de Sidor (Siderúrgica del Orinoco) por ejemplo? Producir hierro, acero, láminas para dotar al país de sus cabillas para construir viviendas, carreteras, etc. Si tenemos claro el objetivo entonces hay que ir hacia lo que hay que hacer para administrar correctamente las inversiones, para dirigir, gestionar, conducir. Lo que llaman en el capitalismo la Gerencia", afirmó el nuevo jefe de Estado de Venezuela.Y al tercer año, puede no resucitar

Para cambiar ese ineficaz modelo de gestión, tanto el estado como el partido, el gobierno y el chavismo entero tienen que cambiar de ideología. De ADN. El modelo de gestión socialista-chavista no es el de la socialdrmocracia eurpea, que mezcla la cobertura social del estado con la gestión privada. El modelo de gestión socialista que proponen los chavistas es el mismo que fracasó en Cuba, la URSS y Corea del Norte. Ni siquiera es el modelo chino.

Con las estanterías de los supermercados sufriendo escasez de productos básicos, una inflación superior al 25%, dos devaluaciones del bolívar en tres meses, un mercado negro amenazante, cortes de luz dramáticos, la mayor dependencia de importaciones, y unos gastos del estado sin control... ¿hasta cuándo se puede aguantar sin aplicar un correctivo que ponga al país en estado de shock?

Maduro tiene un mandato de seis años por delante. Pero al tercer año, según la Constitución venezolana, se puede convocar un referéndum revocatorio como lo padeció Chávez en 2004. Si Maduro no es capaz de aquí al 2016 de dar una vuelta a la economía, la escasa ventaja del chavismo en estas elecciones se esfumará.

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