El orgullo turco cierra los ojos a un siglo de genocidio armenio

    • La Eurocámara ha pedido a Turquía que lo reconozca pero, a la vez, son pocos países que quieren tener tensiones con Erdogan.
    • Según un estudio publicado este jueves, menos del 10% de los turcos parece dispuesto a certificarlo como genocidio.
El Senado francés debate la ley sobre el genocidio armenio en medio de las presiones turcas
El Senado francés debate la ley sobre el genocidio armenio en medio de las presiones turcas
Elena Santorromán

Este viernes 24 de abril se cumple un siglo de genocidio armenio entre las tensiones entre el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y los países de la Unión Europea, que buscan el reconocimiento del genocidio por parte de las instituciones. La Eurocámara ha pedido recientemente al gobierno de Turquía que reconozca esta realidad, una masacre que se produjo entre los años 1915 y 1923 y que se calcula que acabó con la vida de entre medio millón y millón y medio de armenios, una minoría cristiana.

Pero el orgullo parece pesarle a Erdogan, es una de las conclusiones que traslada Santiago Velo de Antelo, director de la revista Diplomacia: "Se trata de un tema de orgullo nacional turco, Erdogan no va ser el primer dirigente turco en reconocer que ha habido un genocidio en Armenia". Y se trata de un genocidio religioso, pues la población armenia ha sido tradicionalmente cristiana.

La población turca tampoco parece dispuesta a reconocer el genocidio, según un estudio publicado este jueves menos de un 10% de los encuestados está dispuesto a hacerlo. Las encuesta fue realizada a más de 1.500 turcos por el Centro de Estudios Económicos y de Política Extranjera (Edam).

Los armenios han denunciado a lo largo de estos cien largos años que el tema se haya convertido en tabú, que haya sido incluso tapado. Ahora Austria es uno de los países que presiona a las instituciones para que se reconozca como genocidio, mientras la propia Angela Merkel apoya la decisión, pero también advierte de que puede resultar contraproducente y que puede dificultar la reconciliación entre ambos países.Una Europa que no quiere problemas con Turquía

Hay que recordar que esta masacre tuvo lugar en el comienzo del desmembramiento del Imperio Otomano. El Gobierno de los Jóvenes Turcos obligó a la población armenia a procesos de deportación masiva y a masacres brutales. Muchas veces se veían obligados a vagar por zonas desérticas durante kilómetros, momentos en los que fueron sometidos a todo tipo de vejaciones.

Cerca de una veintena de países reconocen el término genocidio para referirse a la matanza de armenios, no es el caso de nuestro país, donde todavía no está certificado de manera oficial. "A Europa le interesa tener relaciones con Turquía o Marruecos porque son clave, pero a la vez hay pocos países que quieren reconocer el genocidio porque no quieren problemas con Turquía", explica Velo de Antelo.

¿Cómo son las relaciones de Europa y Turquía ahora? "Turquía tiene un frente abierto en Azerbayán, en la zona de Nagorno Karabakh, una zona proturca que ha desencadenado el conflicto entre Armenia y Azerbayán, pues la población es de mayoría armenia", explica. El deseo de Turquía es entrar a formar parte de la Unión Europea y ahí comienzan también las tensiones. Ahora mismo Chipre forma parte de esa realidad pero Turquía "tiene un problema con la República Turca del Norte de Chipre" que reduce la posibilidad de ese deseo.

El propio Papa Francisco celebró la Eucaristía de manera conjunta con líderes espirituales armenios el pasado 12 de abril y recordó que "es el primer genocidio del siglo XX". El primero, antes que el Holocausto judío. Para este experto este ha sido un paso clave, un paso adelante y muy importante. Al fin y al cabo ha sido el primer Papa que ha hablado de la masacre como genocidio y ha creado un movimiento en los asuntos diplomáticos.

Este jueves la Iglesia Apostólica Armenia canonizará a las víctimas del genocidio en la catedral deEchmiadzin. Además este viernes tendrá lugar una ceremonia de mandatarios a las afueras de Ereván, a la que asistirán los presidentes Hollande y Putin, pues Francia y Rusia son dos de los países con mayores índices de población pertenecientes a esta minoría.

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