El padre nazi de EEUU que llamó Adolf Hitler a su hijo espera otro bebé: "Si es niña, será Eva Braun; si es niño, Rommel"

Heath Campbell es probablemente el nazi más famoso de Estados Unidos. En 2008 saltó a las portadas de los medios de comunicación de medio mundo cuando se las tuvo tiesas con el pastelero de un supermercado, que se negó a poner en una tarta de cumpleaños el nombre de su hijo: Adolf Hitler.

Aquel incidente desencadenó una investigación por parte de los servicios sociales de Nueva Jersey que concluyó con Campbell Heath Campbell y su esposa Deborah, de la que está separado, perdiendo la custodia del pequeño Hitler y sus dos hermanas, Joyce Lynn Aryan Nation (Nación aria, en inglés) y Honszlynn Hinler Jeannie.

También el pequeño de la familia, Heinrich Hons, nacido en noviembre de 2011 quedó en manos de de la División para la Juventud y la Familia de Nueva Jersey a las pocas horas de nacer. Según los servicios sociales, todos los menores habían sufrido abusos físicos por parte de sus padres.

Convencido admirador de Adolf Hitler, Heath Campbell acudió hace un par de semanas a los juzgados estatales a recuperar la custodia de sus hijos vestido con el uniforme que los oficiales nazis llevaban durante la Segunda Guerra Mundial. El magistrado denegó la solicitud.

La familia crece

Sin embargo, Heath Campbell, de la organización pronazi 'La Orden de Hitler', no tardará mucho en volver a tener un bebé en sus brazos. Su novia, Bethanie Rose Zito, de sólo 22 años, está embarazada de 19 semanas y dentro de sólo unos días sabrán el sexo de su hijo.

"Si es una niña, la llamaremos Eva Braun", ha confesado la pareja en las páginas del diario 'New York Daily News'. En el caso de que el bebé fuera niño, no lo tienen tan claro: "aún no está decidido, aunque el nombre que más nos gusta es Rommel".

Lo cierto es que, atendiendo a factores puramente históricos, los nombres quizá no sean los más apropiados: Eva Braun se suicidó junto a Hitler apenas 40 horas después de contraer matrimonio con el dictador y Erwin Rommel se quitó la vida después de ser acusado de conspirar contra el Tercer Reich.