El Papa denuncia la "marginación urbana" en su visita a un suburbio de Kenia

El papa Francisco concluye este viernes la etapa keniana de su viaje al corazón de África. El pontífice acudió a comprobar la realidad de un suburbio contaminado de Nairobi, donde se concentran todas las degradaciones medioambientales y humanas que denunció la noche del jueves ante la ONU, antes de viajar a Uganda, su segunda etapa africana.

Francisco acudía a primera hora a la parroquia católica de San José Obrero, situada en el corazón de la villa miseria donde se apiñan más de 100.000 habitantes. "La visita al suburbio de Kangemi será para el Papa una manera de ilustrar de forma concreta los males de una megalópolis africana que evocó ante las instituciones de la ONU", explicó el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, a los periodistas.

El Papa ha denunciado con fuerza "la atroz injusticia de la marginación urbana". "Ésta, son las heridas provocadas por minorías que concentran el poder, la riqueza y despilfarran con egoísmo mientras crecientes mayorías deben refugiarse en periferias abandonadas, contaminadas y descartadas".

En un discurso pronunciado la noche del jueves ante el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUE) y la ONU-Habitat, que tienen su sede en la capital keniana, Jorge Bergoglio volvió a evocar los temas de su encíclica "Laudato si'" ("Alabado seas"), publicada la pasada primavera, en la que sostiene que la degradación de medio ambiente y calidad de vida están íntimamente ligadas.

Inmigración clandestina, tráficos y droga, prostitución, abortos, criminalidad, contaminación, desempleo, enfermedades endémicas, todo está relacionado, según el análisis del papa, que consideraría una "catástrofe" el fracaso de la conferencia de París sobre el clima que empieza el lunes.

Para el papa argentino, la metrópolis africana, que se desarrolla sin plan urbano, es un concentrado de las dificultades de los excluidos. La parroquia de San José Obrero la llevan jesuitas que acogen a madres en situación difícil y están comprometidos contra el sida. Después de su visita a las callejuelas de tierra del suburbio, el Papa se desplazará al Estadio de Kasarani, a 22 kilómetrosde allí, para celebrar un encuentro con la juventud keniana y escuchar testimonios y cumplir un circuito en papamóvil descubierto.Camino de Uganda

Posteriormente, el Papa acudirá a Uganda, segunda etapa de su viaje africano, donde aterrizará por la tarde en el aeropuerto de Entebbe. Bergoglio se reunirá con el presidente Yoweri Museveni, la clase política y el cuerpo diplomático y pronunciará el primer discurso de estancia de un día y medio en Uganda, país de trágico pasado de guerras, violencia, dictaduras, con un índice particularmente alto de víctimas del sida.

La última etapa de esta densa jornada transcurrirá en Munyonyo, cerca de Kampala, el lugar donde en 1886 el rey ugancés Mwanga condenó a muerte a jóvenes pajes cristianos que se habían negado a abjurar de su fe y convertirse en esclavos sexuales. Las fuerzas ugandesas de seguridad estarán desplegadas en gran número a lo largo del itinerario del papa en este país donde se han desbaratado recientemente varios atentados de los shebab.

Como Kenia, Uganda participa con un contingente militar en la fuerza de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) y es un objetivo potencial de los islamistas somalíes, vinculados a Al Qaida, que habían reivindicado en 2010 un doble atentado con bomba que mató a 76 personas en un restaurante y un bar de Kampala. Uganda es uno de los países africanos con las instituciones sociales de la Iglesia más activas. El Papa volará el domingo a Bangui, la capital de la República Centroafricana, en pleno conflicto civil entre milicias cristianas y musulmanas, la etapa más arriesgada de su viaje.