El Parlamento británico prepara una guerra contra el ejército de 'okupas'

  • Alquileres en máximos históricos, 'okupas' guerreros e indignados y un Parlamento dispuesto a endurecer la ley son los elementos de un nuevo escenario conflictivo que amenaza con desatarse en Reino Unido.
Vivienda de lujo en Londres
Vivienda de lujo en Londres
Corinne Purtill, Londres (Reino Unido) | GlobalPost

Con los alquileres en Londres y en el resto del Reino Unido en máximos históricos, los medios británicos empiezan a hablar de una epidemia de ocupación ilegal de viviendas y de propietarios acosados por okupas oportunistas.

En agosto, un médico y su mujer embarazada se encontraron con que su recién comprada casa por un millón de libras en el norte de Londres había sido tomada por un grupo de okupas que se negaron a marcharse hasta que la pareja logró una orden judicial.

Ese mismo mes, una familia de ocho rumanos se metió en la casa de una funcionaria en el este de Londres mientras ella estaba fuera, destrozando sus pertenencias y provocando daños por valor de 40.000 libras.

Los vecinos de un barrio del noreste de Londres aseguran que una banda de okupas itinerantes ya se ha metido en 30 casas diferentes de la zona.

Ni siquiera los famosos son inmunes. En marzo, la ostentosa residencia en Londres de Saif al-Islam Gadafi, hijo del fallecido dictador libio, fue tomada por un grupo de personas que dijeron estar ocupando la casa en nombre del pueblo libio.

Desde los campesinos sin tierra en el Medievo hasta los londinenses sin casa que tuvieron que buscar refugio después de la II Guerra Mundial, los sin techo en Inglaterra se han beneficiado de la protección de una de las leyes más permisivas del mundo al respecto.

Aunque no hay datos fidedignos sobre el aumento del número de okupas, las noticias recientes han generado indignación popular y atraído la atención de los legisladores.

El Parlamento británico revisa ahora la ley y podría hacer que la ocupación ilegal de viviendas pase a ser un delito penal en Inglaterra y Gales, en donde en la actualidad es tan sólo un delito civil. La Cámara de los Lores debatirá durante el mes el cambio.

Con sus derechos en peligro, los okupas están dispuestos a luchar contra la reforma.

"Están convenciendo a la gente de que si salen a comprar un litro de leche a la vuelta tendrán okupas en su cocina", asegura Rueben Taylor, del grupo de defensa de los derechos de los okupas Squatters Action for Secure Homes. La ley propuesta, asegura, es "injusta e innecesaria".

Según cálculos del Gobierno, en Inglaterra hay unos 20.000 okupas. En estas estadísticas se incluyen sin techo, artistas y jóvenes que buscan vivir en comunidades alternativas, así como gitanos y travellers (un grupo nómada de origen irlandés).

Se benefician de una amplia selección de propiedades vacías (en Inglaterra hay 720.000 viviendas desocupadas, según la ONG Empty Homes) y de un entorno legal y social que favorece los derechos de los okupas. En general es legal ocupar una propiedad residencial siempre que nadie viva allí o tenga intención de hacerlo.

Si los okupas no dañan los edificios que toman, en general hay poco que la Policía, sus propietarios u otras agencias puedan hacer para expulsarles sin iniciar un trámite judicial largo y costoso.

Tras 13 años, la propiedad ocupada pasa legalmente a manos de los okupas.

Se pueden conseguir consejos para ocupar viviendas de organizaciones como la ONG Advisory Service for Squatters, cuya web aconseja a okupas potenciales que se envíen correo a si mismos y cambien las cerraduras para reafirmar su derecho sobre la propiedad.

La ley propuesta convertiría en delito ocupar cualquier vivienda residencial, esté o no esté abandonada. Sus partidarios dicen que aportará a la Policía y las agencias gubernamentales unas muy necesitadas herramientas para expulsar a los okupas ilegales.

"Quienes entran y ocupan la propiedad de una persona sin permiso causan sufrimiento, y ese es el motivo por el que el Gobierno está determinado a acabar con esta práctica", explica un portavoz del Ministerio de Justicia.

Chris Town, vicepresidente de Residential Landlords Association, que apoya la ley, asegura que dos okupas se metieron en un apartamento de una habitación que tenía en Leeds durante casi un mes.

Como no pudo probar que habían dañado la propiedad al entrar en ella o cometieron ningún otro delito la Policía no actuó y la pareja eventualmente se fue motu propio. "Fue totalmente loco, una situación increíble", recuerda. "La ley necesita modernizarse".

Los grupos de protección social y los activistas pro okupas dicen que el Gobierno está sacando provecho de unos pocos casos aberrantes para aprobar una ley que ataca injustamente a los sin techo, travellers y otros sectores vulnerables de la población.

Aseguran que la nueva ley ignora el hecho de que la mayoría de los okupasbuscan propiedades claramente abandonadas, en donde puedan vivir discretamente.

"En la mayor parte de los casos los okupasactúan por desesperación, es su último recurso", asegura Hannah Cornford, de Homeless Link, una ONG dedicada a los sin techo. "El plan del gobierno para criminalizar la ocupación de viviendas probablemente empujará a las personas vulnerables a la calle".

La mayor parte de los okupasno quieren una confrontación hostil con un residente desplazado, dice Taylor, quien asegura que ella ha vivido como okupa en varios puntos de Londres y lo encontró "difícil". Simplemente quieren un lugar donde dormir.

"Cada vez hay más gente enfrentándose a desahucios y quedándose sin casa, y cada vez más gente recurrirá a este tipo de medida para tener un techo bajo el que dormir", señala.

Mostrar comentarios