El caso Nisman se ha convertido en una intrincada madeja de secretismos, teorías conspiranoicas y espionaje que no hay día que no nos deje un nuevo capítulo que añada más complejidad a este caso aún sin resolver.
El último elemento que faltaba para asegurar que la muerte del fiscal es uno de los capítulos más oscuros de la historia de Argentina es la persecución de un periodista. Damián Pachter fue el primero que informó sobre la muerte de Nisman. Eran las once de la noche (19:08, hora Argentina) del 18 de enero cuando tuiteó un primer aviso: "Me acaban de informar sobre un incidente en la casa del fiscal Alberto Nisman". Tan sólo media hora más tarde escribió: "Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba. Los médicos están allí". Una semana después de estos dos tuits, el periodista del diario Buenos Aires Herald volvió a tuitear: "A salvo en Tel-Aviv. Gracias a todos. En breve hablamos. Dami". Estos tres tuits resumen muy bien los intensos siete días que han puesto en evidencia las vergüenzas del gobierno argentino.
Siete días después de que se informase de la muerte del fiscal que acusó a la presidenta argentina, Cristina Fernández, de orquestar un plan de encubrimiento a los supuestos terroristas del atentado contra la mutual judía AMIA, el periodista que dio la primicia de la muerte ha tenido que huir a Israel por recibir amenazas.Las 48 horas más locas
"Me voy porque mi vida corre riesgo. Acá no puedo estar más. No puedo volver más al país, al menos hasta el final de este Gobierno", reconoció al diario argentino Muy.
En una crónica publicada el domingo por el periódico israelí Haaretz titulada 'Las últimas 48 horas más locas de mi vida', Patcher detalla cómo fueron sus últimas horas en Argentina. El periodista cuenta que fue perseguido durante varias horas por un hombre con vaqueros, chaqueta tejana y gafas de sol Ray Ban. Según la fuente de Patcher, el individuo se trataría de un agente de seguridad argentino.
24 horas después, el sábado 24 de enero, la agencia estatal de noticias Télam publicó un cable en el que informaba de que el periodista había tomado un vuelo a Montevídeo y que pensaba regresar el 2 de febrero y adjuntaba un pantallazo con un billete de avión en las fechas y horas indicadas. Esta información fue reproducida por el Twitter oficial de la Casa Rosada. Al día siguiente, el twitter de la sede de la presidencia del país seguía dando cuenta de los pasos del periodista argentino y rectificaba la información apuntando que el periodista se dirigía a Tel Aviv. Tras estos sospechosos movimientos desde el oficialismo, Patcher recibió el siguiente mensaje de una fuente: "Andate ya porque te están buscando".
¿Qué interés tiene para el gobierno argentino los pasos del periodista para que sea material susceptible de tuitear en la cuenta oficial, como si fuese un asunto de interés nacional? Patcher, sabiéndose perseguido por el Gobierno de Cristina Fernández decidió huir. Urdió un operativo para despistar a las autoridades argentinas. Viajó primero a Uruguay con un pasaje de ida y vuelta a Montevideo, y desde la capital uruguaya viajó a Madrid, donde hizo escala antes de partir a Israel.
"Me estoy preguntando desde que pasó esto qué hubiera sucedido si yo no hubiera escrito ese tuit", aseguraba el periodista a su llegada a Tel Aviv.
Patcher aseguró en una entrevista con el portal Infobae que siente que su información perjudicó al poder. "Imagínate si mis tuits no hubiesen sido enviados, ¿con qué escena nos hubiéramos encontra? Ni siquiera me animo a hacer una hipótesis de lo que me podría haber encontrar", aseguró antes de exiliarse a Israel.
"Argentina se volvió un lugar oscuro, dirigido por la corrupción política. Sigo sin entender todo lo que me sucedió en las pasadas 48 horas", contó Patcher en su crónica en el diario Haaretz.
Patcher ha reconocido que cuenta con información sensible que aún no se ha hecho pública, pero después de tener que huir por lo que sabe asegura que aún tiene que meditar si la publicará.El Gobierno asegura que los periodistas están seguros
El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, aseguró hoy que en el país "hay plena seguridad para todos los periodistas" y justificó la difusión de los datos del viaje del cronista que adelantó la muerte del fiscal Alberto Nisman, tras denunciar que dejaba Argentina por sentirse amenazado.
En rueda de prensa, Capitanich reconoció que "es cierto que existe fuerte tensión en términos de opiniones y disparidad de análisis" en Argentina, pero aclaró que eso sucede "en el marco de la más absoluta libertad de expresión".
El jefe del Gabinete rechazó las duras críticas recibidas por la publicación del billete de Aerolíneas Argentinas del periodista Damián Pachter y señaló que su difusión respondió al "estrépito ocasionado por un hecho de conmoción pública".
"Se dice que un periodista se siente amenazado, no se sabe su paradero, no hay notificación a la empresa a la que pertenece. Entonces es muy importante publicar la información para que exista conocimiento público respecto a su paradero. Esa es la condición por la que el Gobierno ha informado", afirmó Capitanich.
El jefe de Gabinete instó a Pachter a publicar la fotografía del supuesto espía que le siguió en Argentina"para que se tomen cartas en el asunto y verificar si es o no es un agente de inteligencia en virtud de la desclasificación de toda la información correspondiente".
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