Érase una vez cuando el republicano Romney no era tan duro con China

  • Mitt Romneyestá siguiendo una línea dura de acusaciones contra China en su campaña. Pero el candidato republicano a la Casa Blanca no ha sido siempre tan hostil con sus socios asiáticos. No tan lejos quedan sus días depresidente de los JuegosOlímpicos de Invierno de 2002 o sus pinitos en la firma de capital privado Bain...

Rachelle Younglai | Reuters

Puede que Mitt Romney esté apretando a China y amenazando con declararla como manipuladora de la moneda si es elegido presidente de EEUU, pero sus relaciones pasadas con el país demuestran que no siempre fue tan hostil.

Desde sus pinitos en la firma de capital privado Bain hasta su mandato como gobernador de Massachusetts, Romney dio la bienvenida a las inversiones de China, y compró y expandió compañías que se beneficiaron de sus bajos costes laborales y de la moneda controlada.

Como presidente de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002, también dijo que Pekín no debería ser castigado por las violaciones de los derechos humanos.

Todo esto contrasta con la línea actual de ataque del candidato republicano a la presidencia con China, que ahora es el socio comercial más importante de Estados Unidos y el mayor acreedor extranjero.

Y eso hace que los estrategas políticos, los expertos de China y los líderes empresariales se pregunten si Romney realmente seguirá adelante con sus promesas de campaña si es elegido.

Hasta ahora, en su campaña, Romney ha acusado a China de engañar a los estadounidenses con los puestos de trabajo y ha dicho que un país que reprime a su propio pueblo no puede ser un socio de confianza. También ha prometido calificar a China como manipulador del yuan.

En la superficie, sólo sería un gesto simbólico, ya que sólo requiere que Washington empiece a hablar con Pekín sobre el ajuste de su moneda.

Sin embargo, Pekín podría fácilmente verlo como una amenaza suficiente para provocar mayores tensiones comerciales y reducir las posibilidades de cooperación de China en materia de asuntos internacionales, según han apuntado empresarios, analistas y ex dirigentes del Gobierno de EEUU.

Kenneth Lieberthal, que asesoró a la administración Clinton en Asia, ha señalado que si Romney llega a la Casa Blanca acabaría adoptando un enfoque más suave.

"¿Se empieza por la bofetada en la cara y luego dices: Conozcámonos los unos a los otros? Así no funciona el mundo real. Puede sonar como un gran eslogan de campaña... pero no funciona como una política real".

Días más felices

La retórica acalorada de campaña no casa con una revisión de las acciones y los comentarios de Romney cuando era gobernador y estuvo a cargo de los Juegos Olímpicos o dirigiendo Bain Capital.

"El Gobernador Romney ha discutido en repetidas ocasiones la necesidad de enfrentarse a China por sus prácticas comerciales desleales", ha declarado el portavoz de Romney, Ryan Williams.

"A diferencia del presidente Obama, que prometió mantener a raya a China y en su lugar ha acabado siendo tratado como un felpudo, el gobernador Romney comprende la importancia de este tema para el sistema de comercio internacional y para la economía estadounidense".

Bain, la firma de capital privado que Romney fundó en 1984 y funcionó hasta 1999, ha invertido en empresas que, al igual que muchas corporaciones estadounidenses, se han aprovechado de los costes de fabricación más baratos de China, mientras invertían al mismo tiempo en el país para aprovechar rápidamente el creciente consumo que hay allí.

Romney y su campaña han hablado muchas veces acerca de cómo tres empresas en las que Bain invirtió durante este periodo: Staples Inc,Sports Authority Inc. y las cadenas de Domino´s Pizza - han llegado a crear más de 100.000 puestos de trabajo en conjunto.

Lo que no discute es el papel que China está desempeñando en estos negocios. Por ejemplo, de los 80 artículos seleccionados al azar en una tienda Sports Authority en Washington, DC, a principios de este mes, alrededor de dos tercios eran de fabricación china -incluyendo pelotas de tenis, bicicletas y guantes de boxeo.

A decir verdad, no está claro cuántas compras de China hicieron las empresas cuando Romney estaba en Bain. Staples y Sports Authority no han querido hacer comentarios.

No hay nada inusual en el hecho de que los minoristas estadounidenses reciban sus productos fabricados en China; el más grande, incluyendo a Wal-Mart Stores Inc, lo hace.

Pero si China revalúa su moneda, empresas como Staples se enfrentan a mayores costes y podrían tener que subir los precios. Los minoristas también podrían buscar alternativas más baratas - ya se fabrica un número significativo de productos en países como México y Egipto.

Un yuan más fuerte podría aumentar los ingresos en dólares de China para empresas como Domino´s, que vende allí, pero tensiones comerciales importantes con Pekín podrían frenar la expansión de las empresas estadounidenses en el país.

Recordando una visita a una fábrica en 1998, Romney elogió la ética de trabajo china. "Se preocupan por sus trabajos", dijo en un foro sobre el futuro de las ciudades de Estados Unidos ese año. "Ni siquiera miraban hacia arriba cuando estuvimos paseando por allí"

Los escépticos, tanto en los círculos políticos de Washington como en la comunidad empresarial ven la actual retórica de Romney como algo que se ha diseñado para jugar con los temores de los estadounidenses económicamente frustrados, que están preocupados de que China haya estado "robando" puestos de trabajo de los Estados Unidos.

Sin embargo, un vistazo a la tenencia de Romney como gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007 también sugiere que puede ser más comedido con respecto a China, si se convierte en presidente.

Romney dio la bienvenida a primer ministro chino Wen Jiabao, en el puerto de Boston en 2003 y aumentó las exportaciones de Massachusetts a China en un 235%, según cifras estatales. El gobernador también elogió el papel de la compañía Ocean Shipping Co, controlada por Pekín, en la construcción de la relación comercial.

Cuando Romney fue presidente de los Juegos Olímpicos de Invierno en Salt Lake City en 2002 y Pekín se estaba postulando para los juegos de verano de 2008, dijo que estaba en contra de negar a China una oportunidad de acoger el evento debido a los abusos de los país en materia de derechos humanos.

"Según informan los medios de comunicación, tienen prácticas que violan mi concepción de los derechos humanos, pero no debemos construir muros aunque estemos vehementemente en desacuerdo con muchas de sus prácticas", dijo Romney en una conferencia de prensa en 2001, según el Chicago Tribune.

Las empresas, preocupadas

El ruido de sables de Romney ha preocupado a los ejecutivos de negocios. A puerta cerrada, algunos se quejan de que está perdiendo capital político con la cuestión de la moneda cuando hay grandes problemas que están por resolver con China, tales como el acceso a sus mercados financieros y proteger la propiedad intelectual de las empresas estadounidenses.

Thomas Donohue, presidente del lobby empresarial más grande de EEUU, la Cámara de Comercio, ha señalado que el alza del yuan en los últimos años había llevado a levantar el caso de declarar a China como un manipulador de divisas. "Hay que dejar de dar ese argumento", dijo en abril.

El yuan se ha apreciado casi un 30% desde que China rompió su paridad con el dólar de EEUU en 2005. Cuando se ajustó por la inflación, ha subido un 40% frente al dólar, y han subido la mano de obra de China y otros costes de producción.

Las conversaciones entre Washington y Pekín sobre cómo ajustar el valor del yuan ya están en marcha y han mostrado algunos avances.

Pero aún así, la declaración de Romney de China como un manipulador de divisas conlleva sus riesgos. Si el tercer exportador más grande de EEUU siente que está siendo tratado injustamente, podría luchar con algo más que palabras.

Mostrar comentarios