Con mano dura y represión, así inaugura, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan el recién estrenado curso político. Dos días después de que su partido recuperara la mayoría absoluta en el parlamento, Erdogan anunció una serie de ataques contra objetivos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán en la provincia turca de Hakkari (sureste), fronteriza con Irak, y en territorio iraquí.
La policía lanzó el martes de madrugada una operación contra el principal rival de Erdogan, el imán Fethullah Gulen, y detuvo a 40 de sus presuntos partidarios en Esmirna y otras veinte ciudades del país. No en vano, el presidente turco declaró hace dos años la guerra a Gulen y a su organización, al que acusa de intentar derrocarle.
Además, la policía detuvo a dos responsables de la revista Nokta y confiscó su último número en el que se afirmaba que la victoria de Erdogan es "el principio de una guerra civil en Turquía".
En este sentido, el vice primer ministro Alçin Akdogan confirmó, esta línea dura contra los kurdos. "Mientras haya terror, el gobierno lo combatirá", aseguró.
Los observadores explican el triunfo del AKP por la voluntad de estabilidad de los turcos en un país sacudido por la reanudación del conflicto kurdo y por la amenaza del Estado Islámico (EI), acusado de haber cometido el atentado suicida de Ankara del 10 de octubre en el que murieron 102 personas.
Durante la campaña, el presidente y su primer ministro Ahmet Davutoglu se presentaron como únicos garantes de la seguridad y de la unidad del paísLa ley de velo y la prohibición de venta de alcohol, entre sus decisiones más radicales
Desde 2003, como resultado de suaplastante mayoría en las elecciones de 2002, Erdogan lidera en Turquía un Gobierno islamista que no deja de radicalizarse en los últimos años. De puertas al exterior, el dirigente turco promueve la Alianza de Civilizaciones y ha puesto orden a sus enemistades con Grecia y Armenia. En el interior, una política de mano dura y represión.
El pulso con los sectores seculares: polémica en torno al uso del velo
Su renovado mandato en 2007 hizo que el gobierno se sintiese con un gran apoyo para iniciar una serie de propuestas que chocan con los sectores más laicos de la sociedad. En concreto, Erdogan propuso derogar la norma que prohíbe a las mujeres cubrirse la cabeza en universidades, escuelas y edificios públicos. La aprobación de esta ley provocará los enfrentamientos con las instituciones republicanas y las fuerzas laicas.
Aprueba una ley que endurece la venta de alcohol promovida por el partido de Erdogan
Otro de los asuntos que molestó a varios sectores de la población fue su controvertidaley que endurece las condiciones para la venta y la publicidad de bebidas alcohólicas. La oposición expresó su rechazo a esta medida y pidió no que se aplicase en las zonas turísticas del país.
Más cuestionado que nunca por su autoritarismo y el creciente recorte de libertades, Erdogan ha salido reforzado de estas elecciones, veremos si al pueblo turco no le pasa factura el casi cheque en blanco otorgado al presidente.
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