El exdirector de la CIA y general que lideró las misiones en Afganistán e Irak, David Petraeus, no era el único de la pareja experimentado en mantener secretos. Su amante y biógrafa, Paula Broadwell, es una exagente de Inteligencia. En su particular operación clasificada, nuevas informaciones indican ambos urdieron un plan para comunicarse sin que un pirata informático se hiciera fácilmente con sus correos electrónicos.
Y es que al parecer no los llegaban a enviar, según Associated Press (AP). Lo que hacían era redactar borradores en sus cuentas de correo electrónico privadas (la de Petraeus supuestamente bajo un alias) de forma que después el otro pudiera entrar en esa misma cuenta -la de su amante- y leer los 'mensajes íntimos' que le había dejado.
Con el mismo fin de no hacer circular por la Red sus correos más de lo estrictamente necesario, los amantes también guardaron en un dropbox o carpeta compartida digital algunos de sus mensajes, según ha indicado un agente conocedor del caso bajo condición de anonimato a AP. La misma fuente confirmó que es un truco habitual entre terroristas, pero también jóvenes.
Un documental sobre Al Qaeda de la cadena pública de Estados Unidos PBS citado por The Washington Post, aseguraba también que se trata de una medida seguida habitualmente por los terroristas. Otra de las medidas habituales que citaba era acceder a internet desde cibercafés, aunque de momento no ha trascendido si Petraeus y Broadwell también emplearon esta táctica.
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