Una representante estudiantil chavista de Venezuela sorprendió a su presidente Nicolás Maduro describiendo la situación dantesca que vive a diario en su centro educativo.
“Necesitamos pupitres, que pinten las paredes, y un comedor, porque varios compañeros ya se nos han desmayado”, comentó amablemente en el programa dominical que, como hacía Hugo Chávez en el pasado, emite Maduro todos los domingos.
Una joven de 16 años, de nombre Dulce, comenzó diciendo que el Instituto Benito Canónico, en la ciudad de Guarenas, del estado de Miranda, “necesita mucha ayuda de usted y del Gobierno Bolivariano y Revolucionario de Venezuela”.
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A continuación, la joven informó al presidente que tenían muchos problemas con las infraestructuras, que les habían robado varias veces -no tenían portón-, y que 450 estudiantes se quedaban sin desayunar y sin comer porque no contaban con el Programa de Alimentación Escolar. “Nos suspendieron el sistema del comedor hace dos años”, comentó.
Cuando el presidente le preguntó qué había hecho y ella contestó que habían rellenado solicitudes que no habían sido contestadas, Maduro les animó a “movilizarse, a salir a la calle para que se sienta su palabra y conquistar sus derechos en la batalla”.
A continuación le pidió pintura y se mostró dispuesta a pintar ella misma con sus compañeros las pareces del liceo. Le dijo además que necesitaban arreglar la azotea porque se estaba cayendo.
Inmediatamente Maduro ordenó al vicealmirante Carlos Vieira que se personase en el instituto para tomar nota de todos los problemas y solucionarlos a la mayor brevedad posible.
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