La fortuna de Donald Trump desciende en 800 millones de dólares el último año

A pesar de décadas de precedentes entre los candidatos presidenciales norteamericanos, el inefable Donald Trump se ha mantenido firme en su negativa para dar a conocer públicamente sus declaraciones de impuestos.

"No se aprende nada de gran parte de las declaraciones de impuestos", dijo en el primer debate presidencial el lunes pasado, en el que afirmaba que él ha sido auditado por el IRS casi todos los años desde hace quince. "Va a aprender más acerca de Donald Trump por ir a las elecciones federales", ha aconsejado Trump a los millones de espectadores que le estaban observando desde sus hogares.

No pocos críticos han argumentado que Trump tiene miedo de que sus declaraciones de impuestos demuestren que hoy no es tan multimillonario como asegura. Esta hipótesis resultaría muy dudosa. En primer lugar, los ingresos de Trump no están directamente vinculados con el valor de sus activos y bienes, según un artículo publicado en la revista Forbes.

Esta prestigiosa publicación ha estado investigando la fortuna de Trump en los últimos 34 años. A veces ha llegado a límites siderales, otras ha descendido abruptamente y durante gran parte de la década del 90 el empresario salió del club las 'tres comas', integrado por los hombres más acaudalados del planeta.

Un nuevo artículo del medio revela que su fortuna es la actualidad de 3,7 billones de dólares, 800 millones de dólares menos que hace un año. Un reblandecimiento del mercado inmobiliario de la Nueva York, sobre todo en el comercio minorista y en el de oficinas (donde se ha producido una tendencia a la baja en las cotizaciones), ha disminuido el valor neto estimado de su capital.

Entre sus activos escrutados por Forbes, 18 disminuyeron en valor, incluyendo la marca 'Trump Tower', situada en plena Quinta Avenida de Manhattan, otro inmueble en el corazón de Wall Street y 'Mar-a-Lago, su club privado frente a la playa de Palm Beach.

De todas formas, siete de sus activos aumentaron en valor, incluyendo una construcción en San Francisco. Por otra parte, uno de los bienes de su patrimonio se mantuvo estable. En la lista aparecen dos nuevos, incluidos en el recuento total. Uno consiste en la participación del 4% en un complejo de viviendas económicas en Brooklyn.

Ésta ha sido su única inversión en bienes raíces este año. Trump compró unos viejos almacenes que tenían medio siglo de antigüedad en Charleston, que estaban en proceso de ejecución. El edificio había sido propiedad de una empresa, Titán Atlas, en la que Trump llegó a ser inversor hace varios años.

Las apuestas son altas para que él se convierta en el próximo presidente norteamericano. Por primera vez desde H. Ross Perot, en 1992 (y nuevamente en 1996), un multimillonario tiene al alcance (en este caso, como el candidato de un partido importante) la anhelada Casa Blanca de los EE.UU, señala Forbes.

Finalmente, el candidato republicano a la presidencia norteamericana manifestó el lunes por la noche que su presentación de ingresos mostró una entrada de 694 millones de dólares el año pasado. No es así, según Forbes, ya que en el documento lo que aparece son los ingresos libremente mezclados con egresos, y cubren un período de 17 meses.