Los comentarios emitidos por Geert Wilders contra la religión islámica y los musulmanes son "chocantes y groseros", pero no son un delito según la ley holandesa. Esa es la conclusión a la que ha llegado hoy el tribunal de Ámsterdam que desde el pasado mes de octubre juzga al líder del Partido por la Libertad (PVV).
De esta manera, Wilders ha quedado absuelto de cinco cargos de incitación al odio, discriminación a musulmanes e injurias a marroquíes y otros extranjeros no occidentales que viven en Holanda, realizados tanto en su película Fitna como en sus numerosas comparecencias públicas.
El polémico político holandés ha llegado a afirmar que "el Islam es una ideología fascista", además de comparar el Corán con el Mein Kampf de Adolf Hitler.
Los jueces, encabezados por el magistrado Marcel Van Oosten, consideraron que Wilders hizo comentarios poco afortunados contra el Islam, pero que en todo momento sus críticas no iban dirigidas contra los musulmanes sino contra la religión "en general" y se situaba "dentro de los límites del debate político legítimo".
Tras escuchar la decisión de la sala, el líder conservador sonrió mientras sus seguidores aplaudían la sentencia. Wilders afirmó que "su problema es con la tradición, la cultura y la ideología islámica, no con los musulmanes".
El jefe de filas del partido ultraderechista PVV, de 47 años, ha ganado 1,5 millones de votos pidiendo que se reduzca "en un 50%" la inmigración procedente de países islámicos. También se opone a la entrada de Turquía en la UE, el burka y los colegios musulmanes.
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