Hasan Rohani cumple 100 días como presidente de Irán con otro talante... pero no el suficiente

    • El clérigo moderado afirmó que elaboraría en este periodo un programa para atacar los grandes males económicos que sufre el país.
    • Otros compromisos: relajar las normativas de banca y aduanas, facilitar el acceso a la vivienda y los servicios sanitarios y mejorar el clima regulador del sector privado.
Rohaní promueve reformas económicas en sus primeros cien días de gobierno
Rohaní promueve reformas económicas en sus primeros cien días de gobierno

El presidente iraní, Hasán Rohaní, cumple hoy sus primeros cien días en el gobierno sin haber logrado una mejoría económica pero habiendo iniciado las reformas que prometió para dar un impulso a la deteriorada situación del país.

Hasan Rohani, el clérigo que se convirtió en junio en el nuevo presidente de Irán, es un moderado que defiende una mayor flexibilidad en el diálogo con las grandes potencias para aligerar las sanciones decretadas contra Teherán que provocan una grave crisis económica. Rohani, de 64 años, casado y padre de cuatro hijos, se convirtió en el candidato único de los reformistas y de los moderados, después de que el candidato reformista Mohamad Reza Aref anunciara su retiro en favor del candidato moderado, mientras que sus tres principales adversarios, todos cercanos del Guía Supremo Ali Jamenei, se mostraban divididos.

La oleada de apoyo que gozó le llegó después de que Mohammad Reza Aref, el único candidato reformista, anunciara que se retiraba de la carrera por consejo del expresidente reformista Mohamed Jatamí, que entonces decantó su apoyo hacia Rohani.

También contaba el respaldo del expresidente Akbar Hashemi Rafsanjani, quien representa a otros islamistas moderados y al que se le prohibió participar como candidato en las elecciones. En pocos días, la "unión sagrada" de los reformistas y de los moderados logró movilizar a una gran parte de los electores moderados que después de las elecciones de 2009 juraron que nunca más participarían en una elecciones por considerarlas de antemano fraudulentas.

Durante su larga carrera, Rohani, de 64 años, cercano al expresidente Rafsandjani, fue vicepresidente del parlamento y jefe de las negociaciones nucleares entre 2003 y 2005. Fue en este período que Rohani recibió el apodo de "jeque diplomático".
En 2003, durante negociaciones con París, Londres y Berlín, Rohani había aceptado suspender las actividades relacionadas con el enriquecimiento de uranio y aplicar el protocolo adicional del Tratado de No Proliferación (TNP), que permite inspecciones sin previo aviso de las instalaciones nucleares iraníes.Durante la campaña electoral, Rohani aseguró que estaba a favor de una mayor flexibilidad con Occidente para poner fin a las sanciones que han sumergido al país en una grave crisis económica.

Para ello, escogió como símbolo de su campaña una llave, que según él abre la puerta a las soluciones de los problemas del país. Mi gobierno no será un gobierno de compromiso y rendición (en materia nuclear), pero no seremos tampoco temerarios", afirmó, añadiendo que está "en la continuidad de Rafsanjani y Jatami".

"En un mundo donde la política mundial ya no es un juego de suma cero, que es - o debería ser - contraintuitivo para perseguir intereses propios sin tener en cuenta los intereses de los demás. Un enfoque constructivo a la diplomacia no significa renunciar a los derechos de cada uno. Significa colaborar con colegas de uno, sobre la base de un plano de igualdad y respeto mutuo, para abordar las preocupaciones comunes y lograr objetivos comunes. En otras palabras, los resultados de ganar-ganar no son favorables, pero también alcanzable. Una mentalidad de suma cero Guerra Fría conduce a la pérdida de todos", aseguraba Rohani ante su pueblo.PROMESAS NO CUMPLIDAS

El clérigo moderado afirmó que elaboraría en este periodo un programa para atacar los grandes males económicos que sufre el país, una inflación disparada, un desempleo galopante, recesión y una larga inestabilidad financiera, parte de ello como consecuencia de las sanciones internacionales -a causa del desacuerdo nuclear con Teherán- que han reducido las ventas de petróleo un 58%.

"Nos comprometemos con el pueblo a, en los cien primeros días o incluso menos, tomar las acciones urgentes y necesarias respecto a la economía", prometió Rohaní en campaña.

Entre sus promesas estaban garantizar la independencia del Banco Central de Irán, restaurar la Organización de Planificación y Gestión -disuelta por su predecesor Mahmud Ahmadineyad- reducir el desempleo a un dígito y, sobre todo, apoyar al sector privado, impulsar la creación de empresas, inyectar dinamismo a la industria, la agricultura y el turismo e impulsar la producción.

Otros compromisos: relajar las normativas de banca y aduanas, facilitar el acceso a la vivienda y los servicios sanitarios y mejorar el clima regulador del sector privado.

Transcurrido el plazo, las cifras macroeconómicas, evidentemente, no han variado de forma sustancial.

Recientemente, el ministro de Finanzas y Economía, Ali Tayebnia, reconoció que la inflación continúa en un insoportable 40%, la economía se contrajo el último año un 5,4% y las cifras oficiales de desempleo son de un 12,4, aunque los expertos estiman que es del doble porque oficialmente no se cuenta a las mujeres y otras poblaciones activas.LOS PRECIOS, POR LAS NUBES

Según la revista Forbes, el precio del te ha subido en el último año un 101%, el de las judías un 94% y el de las verduras un 80%, mientras el alquiler de vivienda ha subido un 254% en siete años.

Otros males que achacan al país son la baja productividad, fluctuación de políticas económicas, fuga de cerebros (Irán está a la cabeza del mundo) y falta de confianza inversora.

Diversos informes aseguran que el sector privado funciona ahora a un 50% de su capacidad.

Pese a todo ello, los expertos coinciden en señalar que la tarea es ardua y que desde agosto Rohaní ha tomado medidas que pronto tendrán un impacto visible en la economía.

"Rohaní está tratando de aplicar respuestas de bombero para afrontar la grave situación y creo que por ahora ha hecho todo lo que prometió", aseguró a Efe Alí Tehrani, director de la consultora Atieh Bahar Consulting, que ayuda a empresas extranjeras a trabajar con Irán.

"Nadie querría estar hoy en sus zapatos", añade el consultor, que resume varias medidas del nuevo presidente que denotan un serio cambio de rumbo.

Un ejemplo está en las aduanas, que sufren un bloqueo de mercancías porque los importadores no podían sacarlas debido al requisito de depositar el 140% del valor de los bienes a importar para obtener una carta de crédito, cifra que Rohaní ha rebajado a un 30%.ABIERTO A OCCIDENTE

El presidente "se ha rodeado de un equipo abierto y pro-occidental que ha empezado a remover barreras para la importación y la exportación", afirma Tehrani.

Fuentes diplomáticas europeas también aseguraron a Efe que "en los ministerios se respira un clima favorable a la llegada de capital y bienes de fuera".

Rohaní nombró ministro de Economía a Mohamed Reza Mematzadeh "muy pragmático y muy abierto a occidente y a la tecnología", según describe un analista iraní, y eligió como jefe de gabinete al presidente de la Cámara de Comercio de Irán, un hombre "educado en EEUU, claramente a favor de la economía de mercado y que representa al deteriorado sector privado", según este experto.

El presidente y su equipo han promovido en estos meses la implementación de la "Ley para la Mejora Continua del Clima de Mercado en Irán", aprobada en 2011 pero ignorada por el Ejecutivo de Ahmadineyad.

Además, han conseguido "estabilizar de forma no oficial" el cambio del dólar, que se ha mantenido estos meses frente a la enorme volatilidad que sufría, explica Houman Dolatshahi, director operativo de Atieh Bahar.

El anterior presidente prohibió a su ministro de Economía asistir a los encuentros del Consejo para el Diálogo del Sector Público y Privado, mientras que Rohaní envió para dejar clara su postura a su viceprimer ministro.

También ha tratado de cuadrar las cuentas: pidió al Parlamento que adapte el presupuesto a la realidad rebajándolo, -por la disminución de un 30% de los ingresos esperados por la pérdida de ventas de petróleo- y que rebaje el techo de gasto de 200.000 millones de dólares a 150.000.

Otro asunto que pretende atajar son las subvenciones de unos 15 dólares al mes que antes recibían los más necesitados y Ahmadineyad extendió al 95% de la población, un gasto imposible de afrontar que Rohaní ya ha anunciado que retirará para las clases más altas.

Además, ha cambiado al anterior presidente del Banco Central de Irán y se ha comprometido a garantizar su independencia.

Ninguno de los analistas consultados creen que Rohaní pueda hacer milagros y advierten de que "haciéndolo todo bien" la economía iraní solo empezará a mejorar significativamente en tres o cuatro años, pero señalan que "los cambios hasta ahora van en buena dirección".HABLÓ CON OBAMA, TRAS 35 AÑOS DE SILENCIO

El presidente estadounidense Barack Obama y el mandatario iraní Hassan Rohani hablaron por teléfono en la primera e histórica comunicación directa entre líderes de ambas naciones desde la Revolución islámica de 1979. "Hace unos minutos, hablé por teléfono con el presidente Rohani de la República islámica de Irán. Hablamos sobre los esfuerzos en curso para alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní", dijo Obama.

"Somos conscientes de los desafíos que enfrentamos. El hecho de que se trató de la primera comunicación entre los presidentes estadounidense e iraní desde 1979, evidencia la profunda desconfianza que existe entre nuestros dos países, pero también abre la perspectiva de superar esta historia difícil. Creo que hay bases para una resolución", agregó.

Obama dijo que manifestó a Rohani su convencimiento de que una "resolución" es posible sobre la disputa en torno al programa nuclear de Irán, que los occidentales temen esté destinado a producir armas, un extremo que Teherán niega.

El presidente iraní por su parte, confirmó la conferencia telefónica y en la cuenta Twitter de la oficina presidencial también fue confirmada la llamada.
"En conversación telefónica el presidente Rohani y el presidente @BarackObama expresaron su mutua voluntad política de resolver rápidamente el tema nuclear", señala el tweet.Y SE INTERCAMBIARON CARTAS

Antes de la llamada, llegaron las cartas. Obama confirmó el pasado 15 de septiembre que había intercambiado cartas con el nuevo presidente iran, quien se comprometió a actuar con firmeza para evitar cualquier intervención militar occidental en Siria.

En una entrevista concedida al programa "This Week" de la cadena ABC, el presidente añadió que su amenaza de usar la fuerza militar en Siria y posterior pausa para continuar con la diplomacia, envía una señal al régimen iraní sobre su controvertido programa nuclear, que EE.UU. cree que tiene ambiciones bélicas clandestinos.

Obama señaló que mantuvo contacto con Rohani pero precisó que no habló directamente con él, sino que lo hizo a través de cartas. El presidente puso énfasis en hacer una distinción entre el comportamiento que tuvo Estados Unidos con respecto a la situación en Siria, tras haber congelado una acción militar y negociar un acuerdo con Rusia para poner bajo control las armas químicas del régimen de Damasco, y la posición de Washington en el caso de que Irán alcance un punto crítico en el tema nuclear.

"Pienso que los iraníes comprenden que el tema nuclear es un problema más importante para nosotros que el de las armas químicas", dijo el presidente estadounidense en una entrevista difundida este domingo por la cadena ABC, al confirmar por primera vez que ha mantenido contacto con Rohani, un conservador moderado que asumió la presidencia en junio pasado.

"La amenaza contra...Israel, que supone la posición nuclear de Irán, es mucho más cercana a nuestros principales intereses", advirtió Obama. "Una carrera nuclear en la región, es algo que podría desestabilizar profundamente" a Medio Oriente, añadió. "Mi recelo es que los iraníes estimen que ellos no recibirían una lección, ya que no hemos atacado (a Siria), y piensen que no atacaremos a Irán", subrayó Obama.

Rohani había asegurado que en el mundo "la seguridad se persigue a costa de la inseguridad de los otros, con consecuencias desastrosas. Más de una década y dos guerras después del 9/11, Al-Qaeda y otros extremistas militantes siguen causando estragos. Siria, una joya de la civilización, se ha convertido en el escenario de la violencia desgarradora, incluyendo ataques con armas químicas, que estamos firmemente condenamos. En Irak, 10 años después de la invasión encabezada por Estados Unidos, decenas de personas aún pierden la vida violentamente cada día".

Continúa: "Afganistán sufre similares, derramamiento de sangre endémica. El enfoque unilateral, que glorifica la fuerza bruta y la violencia engendra, es claramente incapaz de resolver los problemas que enfrentamos, como el terrorismo y el extremismo. Digo todo porque nadie es inmune a la violencia extremista de combustible, a pesar de que podría rabiar a miles de kilómetros de distancia. Los estadounidenses se despertaron a esta realidad hace 12 años".

En su palabras, el presidente de Irán tendía la mano a Washington: "Mi acercamiento a la política exterior busca resolver estos problemas, abordando sus causas subyacentes. Tenemos que trabajar juntos para poner fin a las rivalidades malsanas e interferencias que alimentan la violencia y nos llevó aparte".LA VOZ DE AYATOLÁ

Rohani sigue representando al ayatolá Jamenei en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, así como Said Jalili, que es apoyado por la línea dura del régimen. Además, es miembro de la Asociación de Clérigos Combatientes, que reúne a los clérigos conservadores. Sin embargo, en los últimos años, se ha acercado a los reformistas.Originario de Sorkhey en la provincia de Semnan (sureste de Teherán), Hasan Rohani es titular de un doctorado de derecho de la Universidad de Glasgow.

Bajo la sombra de Jamenei, Rohani tendrá que luchar por satisfacer las ansias de los más extremistas de Irán, contrarios a Occidente, y buscar un acuerdo con Washington sobre su programa nuclear. Su caminar por esa fina cuerda marcará el destino de su gobierno, y en parte, el de la estabilidad mundial.







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