Una niña de tres años murió por las heridas sufridas después de que un hombre de 100 kilos se pusiera de pie sobre su estómago. El hombre, de apenas 22 años, admitió que piso a la pequeña tras tropezar con ella mientras jugaba en el suelo y lo hizo por "frustración".
Tras pisarla le dijo a la niña que le dijera a su madre que tenía dolor de estómago y ésta la mandó a la cama. La niña murió el día después por las heridas sufridas, que fueron un trauma contundente en el abdomen, rotura de hígado y sangrado de los riñones.
El hombre está siendo juzgado en Victoria, Australia, por unos hechos que tuvieron lugar en 2015. El acusado no admitió el crimen hasta 7 meses más tarde, cuando la investigación de la policía se había intensificado.
La madre del niño no paró de llorar y tuvo que salir numerosas veces del juicio cuando se mostraron los detalles gráficos del crimen. En su declaración, la madre explicó que se sentía traicionada. "Me mintió durante siete meses cuando él sabía la verdad", asegura. "No confiaré en nadie más después de ser traicionada así". El padre de la niña perdió 44 kilos.
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