Jimmy Morales, el cómico que dejó la TV para luchar contra la corrupción

    • También cuenta con estudios universitarios en negocios, comunicación, seguridad y defensa.
    • Con sus chistes rompe el hielo ante unos electores que desconfían de los discursos grandilocuentes y llenos de promesas

El comediante guatemalteco Jimmy Morales cambió el maquillaje y los disfraces para incursionar en la política. Ahora podría convertirse en presidente aglutinando el voto de un país indignado por la corrupción en el sistema político tradicional.

Morales, de 46 años, es un comediante de la televisión que dio la gran sorpresa el pasado 6 de setiembre en los elecciones generales, al obtener la mayor votación (23,99%) entre 14 candidatos a la presidencia.

Morales es actor cómico y productor de televisión. También cuenta con estudios universitarios en negocios, comunicación, seguridad y defensa.

Ahora, Morales aspira a superar a "Neto", el ficticio personaje de un vaquero ingenuo que encarnó en una película en 2007, que queda a un paso de ganar la presidencia pero declina a último momento para pedir a los votantes reflexionar bien antes de elegir a sus autoridades.

La película es una parodia de las falsas promesas de los políticos, que encaja bien en la coyuntura actual, caracterizada por el enojo popular contra los gobernantes.

Un poco sorprendido por su repentino éxito, el cómico armó un discurso centrado en el ataque a la corrupción, y a toda prisa elaboró un plan del gobierno del que carecía, porque al inicio de la campaña en abril pasado apenas captaba el 0,5% de la intención de voto.

Para aprovechar la coyuntura, Morales acuñó el eslogan "ni corrupto ni ladrón" para definirse a sí mismo frente a otros aspirantes.

"La gente en la calle me pregunta si soy Nito o soy Neto. Soy Neto, no soy bonito pero soy coqueto", suele decir Morales en sus discursos, seguido por risas y aplausos.

Con sus chistes rompe el hielo ante unos electores que desconfían de los discursos grandilocuentes y llenos de promesas.

"El voto de Jimmy es frágil y de coyuntura porque el partido no tiene organización, el voto fue un rechazo a los candidatos (tradicionales) y por la crisis de corrupción", opinó el analista Phillip Chicolá.

Para el experto, el comediante fue el beneficiado por ser un candidato "novato y 'outsider'", porque nunca ha trabajado en el sector público.

Casado y padre de cuatro hijos, Morales posee, además de sus dotes artísticas, estudios de teología, administración de empresas y estrategias de seguridad, según su sitio web.

En las elecciones pasadas, en 2011, el comediante intentó dar sus primeros pasos en política pero fracasó en sus aspiraciones para alcanzar la alcaldía del municipio de Mixco, colindante al oeste con la capital.

En la actual campaña enfrenta una serie de críticas por el pasado del partido Frente de Convergencia Nacional (FCN), que lo postula, fundado en 2008 por militares retirados que grupos de derechos humanos vinculan a vejámenes cometidos durante la guerra civil guatemalteca (1960-1996).

Incomodado por el señalamiento, Morales niega la presencia de militares en sus filas, aunque uno de los militares cuestionados por violaciones a los derechos humanos, Edgar Ovalle, resultó electo diputado por el FCN en la primera vuelta de los comicios en setiembre.

ec/lb

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