Kenia quiere crear un nuevo 'estado tapón' para contener a Somalia

  • Kenia pretende utilizar su invasión de Somalia para crear un estado semiautónomo y obediente llamado Jubaland. Las funciones de esta nueva 'nación tapón' serían contener el violento caos somalí y frenar su inmigración a tierras kenianas.
Tristan McConnell, Nairobi (Kenia) | GlobalPost

Kenia pretende utilizar su reciente invasión de Somalia para crear un 'estado cliente' semiautónomo en el sur del país, según algunos observadores cuyos análisis respaldan cables diplomáticos filtrados de EEUU.

El 'estado tapón', que se llamaría Jubaland, estaría encabezado por un ex ministro de Defensa somalí y protegido por un señor de la guerra islamista, tendría como objetivo contener el caos violento de Somalia y proteger las fronteras de Kenia (y por extensión su economía dependiente del turismo).

También podría quitarle a Kenia la costosa obligación de acoger a refugiados somalíes, más de medio millón de personas que han huido de la guerra y de la hambruna y que ahora viven en una red de campamentos en Dadaab.

Pero los diplomáticos, analistas y los cables estadounidenses difundidos recientemente por Wikileaks arrojan dudas sobre las posibilidades de éxito de Kenia.

"Kenia se quiere inocular contra la amenaza de Al Shabab, y eso es comprensible, pero crear un estado tapón como Jubaland es una manera errónea de hacerlo", asegura Rashid Abdi, un analista del International Crisis Group en Nairobi.

Kenia culpa a los islamistas somalíes de Al Shabab de secuestrar a cuatro extranjeros en su territorio, por lo que invocando su derecho a la autodefensa incluido en el Artículo 51 de la Carta de la ONU, a mediados de octubre envió tropas a Somalia.

La rapidez de la invasión y el amplio escepticismo sobre las denuncias de Kenia sobre la implicación de Shabab en los secuestros llevó a muchos a sospechar que la operación ya estaba planificada desde hacía tiempo. Por su parte, Shabaab niega cualquier implicación en los secuestros.

"No hay duda de que los kenianos esperaban desesperadamente un pretexto para entrar", dice Abdi.

El Gobierno de Kenia ha admitido que la operación estaba planeada hacía "varios meses", mientras que el análisis de los cables diplomáticos difundidos por Wikileaks demuestra que ya en 2009 se hablaba de crear un estado llamado Jubaland respaldado por Kenia en el sur de Somalia.

Jubaland (al que algunas veces también se le llama Azania)existió en tiempos coloniales y fue cedido a Italia por los británicos en 1924.

La versión moderna de este estado comprendería las regiones sureñas del Bajo y Medio Juba y Gedo, con su capital en la lucrativa ciudad costera de Kismayo, controlada por Shabaab y en donde se generan actualmente una buena parte de los 50 millones de dólares que la milicia islamista gana al año a través de ingresos portuarios.

Un cortés geólogo de formación francesa y ex ministro de Defensa llamado profesor Mohamed Abdi Gandi es el presidente "a la espera" de Jubaland, designado por Kenia en Abril.

Sus fuerzas armadas serían la milicia de Ras Kamboni, un grupo respaldado por Kenia que está liderado por Ahmed Madobe, un barbudo islamista de la línea dura y ex gobernador de Kismayo. Utiliza como base la ciudad fronteriza de Dhobley, por donde las tropas de Kenia entraron en Somalia el mes pasado.

El ministro de Asuntos Exteriores de Kenia, Moses Wetangula, ha propuesto la "Iniciativa Jubaland" a diplomáticos extranjeros en varias ocasiones desde finales de 2009, pero la respuesta ha sido fría.

Según una serie de cables diplomáticos filtrados, las autoridades de EEUU y Gran Bretaña se muestran en contra de un estado tapón respaldado por Kenia en el sur de Somalia. A su vez, los líderes de Uganda y Etiopía se han mofado en privado de la falta de experiencia militar de Kenia.

China, no obstante, se ha mostrado más favorable a la iniciativa. Según un cable filtrado de EEUU de enero de 2010, Kenia recibió de China "armas, munición, suministros y telas para fabricar uniformes para la... iniciativa Jubaland".

A principios de este año se desplegaron a lo largo de la frontera alrededor de 3.000 combatientes somalíes entrenados en Kenia. Pero tuvieron menos éxito en la lucha contra Shabaab de lo que se esperaba. Los analistas dicen que el fracaso de estas milicias a la hora de asegurar una zona de amortiguación impulsó a Kenia a buscar una excusa para desplegar sus propias tropas para hacer el trabajo.

"La estrategia inicial de Kenia era utilizar a los jóvenes reclutados en campamentos de refugiados y hacer retroceder a Shabab, pero cuando el plan A no funcionó tuvieron que buscarse un plan B", señala Abdi.

La operación Linda Nchi (Proteger el País), comenzó a mediados de octubre y "no es temporal", según el general Julius Karangi, jefe de las Fuerzas Armadas de Kenia.

Unos 2.000 soldados kenianos, apoyados por tanques, aviones y helicópteros están luchando junto a la milicia de Ras Kamboni, y planean lanzar su primer gran asalto a la ciudad de Afmadow en los próximos días, antes de continuar su lento avance en medio de la espesa lluvia y el barro a Kismayo.

La presencia de soldados kenianos en la primera línea del frente le ha cambiado la cara al plan de Jubaland, al despojarse de la máscara del control somalí. Diplomáticos y analistas temen que esto puede condenar la iniciativa al fracaso o, lo que es peor, aumentar el conflicto.

Las fuerzas extranjeras tienen malas experiencias en Somalia. Su presencia se ha convertido a menudo en un catalizador para unificar a milicias de clanes divididos en contra de un enemigo común.

El presidente de Somalia, Sheikh Sharif Ahmed, ha expresado su enfado por la intervención militar de Kenia en su país, e interpreta la implantación de una región autónoma como una erosión más a su ya escasa autoridad.

"Kenia está jugando un juego peligroso", advierte Abdi, y señala que ya se advierten fricciones entre Madobe y Gandi. "Incluso si se llega a crear Jubaland, no hay garantías de que Madobe no se vaya a levantar contra el profesor Gandi si le nombran presidente", asegura.

 

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