Una empleada de la limpieza del Museo Bolzano de Milán limpió por error el pasado martes una obra de arte creada por un famoso dúo de artistas de vanguardia: Sara Goldschmied y Eleonora Chiari.
Estas dos creadoras italianas viven y trabajan en Milán. Se han destacado en el mundo del arte vanguardista por sus creaciones en fotografía, vídeo y sus atrevidas 'perfomances' e instalaciones (ver aquí su página web).
La obra tenía por título: ¿Adónde iremos a bailar esta noche?", y constaba de botellas vacías y restos de confeti (ver imagen). Según explicó el museo a la cadena británica BBC, la creación quería transmitir el hedonismo y la corrupción que reinaban en la política italiana de los años ochenta.
Al parecer, la limpiadora llevaba poco tiempo trabajando en el museo, por lo que confundió la obra de arte con simples desperdicios. Barrió la zona e introdujo todos los elementos en varias bolsas de basura.
Cuando los encargados del museo se percataron del error, tuvieron que cerrar la exposición. Pidieron disculpas a los artistas y a los visitantes del museo, y les explicaron con cierto sentido del humor que "habían tenido mala suerte con la nueva señora de la limpieza". La siguiente imagen muestra cómo quedó la sala tras la limpieza.
Los autores de la obra permitieron que el museo reinstalara su creación. Se espera que se reabra el próximo martes.No es la primera vez
Casos parecidos han ocurrido en otros museos de arte contemporáneo, en la que los visitantes o los empleados no han sabido apreciar las propiedades artísticas de algunos objetos expuestos.
Hace casi cuatro años, una limpiadora del museo Ostwall de Dortmund (Alemania) dañó una obra valorada en 800.000 euros porque pensaba que estaba sucia.
Se trataba de una instalación del polémico artista Martin Kippenberger, fallecido en 1997. Era una torre de tablas de madera que se elevaba hasta los dos metros y medio de altura. A los pies de la torre descansaba una artesa (un instrumento para amasar el pan) de color negro. La limpiadora creyó que estaba sucia (la obra databa de 1987) y se dedicó afanosamente a limpiarla. Los encargados del museo comprobaron luego horrorizados que no podrían recuperar el estado original.
El febrero del año pasado, una señora de la limpieza del museo de Bari tiró a la basura una obra de arte de la sala Murat. La creación, valorada en 10.000 euros, era una composición de trozos de diario, cartón y galletas que estaban esparcidos por el suelo. Según los responsables del museo, pretendía denunciar la contaminación atmosférica en el planeta.
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