"Trabajé todo el día. Pero cometí un crimen horrendo: me hice profesional a los 40 años y me hundí en las deudas. Espero que mis nietos no nazcan aquí".
Un pensionista griego dejó escritas estas desesperadas líneas antes de quitarse la vida desesperado ante la crisis hace tan solo medio mes. Lo contaba Athens News, haciéndose eco del último suicidio en un país donde cada vez son más los que –ante la impotencia- no encuentran más remedio que decir adiós.
La única línea telefónica que trata de evitar que los griegos se quiten la vida recibió el doble de llamadas de auxilio en 2011 que el año anterior, tal y como recogía recientemente lainformacion.com. Esta desesperación es el ejemplo más sangrante de las verdaderas preocupaciones que ocupan las mentes de los griegos estos días:
1. Conseguir trabajo
La tasa de desempleo en Grecia no para de subir mes a mes, según Eurostat. Y al igual que España, ha batido su propio récord. El primer trimestre de 2012 Grecia ha registrado un 22,6% de paro, según publicaba esta misma semana la oficina estadística helena (en España es superior al 24% según la EPA). Entre los jóvenes de entre 15 y 29 años, la cifra roza el 53%. Por no hablar de las mujeres jóvenes, cuya proporción de desempleo es del 60,4%.
Tampoco quedan ahí los preocupantes datos, porque los parados de larga duración -de más de un año- en el país heleno llega ya al 56% (en España es del 50%).
Además, la economía sumergida no para de subir y equivale a un 27,5% del PIB griego, según el periódico heleno Kathimerini. Parece que cada vez son más los griegos que están dispuestos a pasar por las peores condiciones laborales con tal de llevar dinero a casa.
Promesas electorales:
El líder de Nueva Democracia, Antonis Samaras, ha prometido crear 150.000 empleos en los seis primeros meses de 2013.
El candidato de la coalición Syriza (Izquierda Radical), Alexis Tsipras, responde que eso no es factible y asegura que cuando a Grecia le iba bien creaba un máximo de 60.000 empleos anuales, recoge EFE. Él promete volver a subir las pensiones y los sueldos rebajados a causa del rescate.
2. Conservar los ahorros
De momento, los datos indican que no hay riesgo de inflación en ningún país de Europa. Lo malo en el caso de Grecia es que en vez de estar entorno al 2% recomendado, está en el 0,9%, según datos de mayo de Eurostat.
Estos pobres datos son una prueba clara de que el consumo heleno es muy bajo. Pero no solo no fluye el dinero, sino que además ahora las alarmas sobre las elecciones de este domingo en Grecia han conseguido contagiar el miedo a muchos de los que allí viven.
Esta semana no paraban de retirar dinero de los bancos, informaba la agencia de noticias EFE, preocupados por los rumores internacionales de la vuelta al dracma.
Promesas electorales:
Ninguno de los dos partidos favoritos tiene intención de salir del euro. El líder de la Izquierda Radical ha dicho que romperá el pacto que firmó el anterior gobierno para recibir un rescate doble por valor de 240.000 millones de euros.
Numerosos analistas insisten en que eso automáticamente significa la salida de la moneda única, pero Tsipras subraya que lo único que quiere es renegociar un rescate que él no firmó. Y eso sí: congelar el pago a los acreedores. El líder de Syriza también quiere una banca pública, controlada por el Estado.
Lo mismo ha dicho Samaras ahora, de Nueva Democracia. El jefe conservador votó en contra del primer rescate griego pero más tarde se mostró notablemente fiel a Bruselas. En los últimos días ha subrayado su intención de renegociar el pacto con la troika (Bruselas, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional).
3. Poder alimentar a sus hijos
Se desmayó en su colegio de Heraklión (Creta). Su madre confesó entonces que su hijo de 13 años llevaba dos días sin comer, igual que sus tres hermanos y ella misma.
No era una excepción. Cada vez eran más los padres que no se podían permitir dar de comer a sus hijos. Algunos, incluso se vieron obligados a abandonar a sus pequeños en la calle.
Por eso en febrero el Ministerio de Educación heleno comenzó a repartir vales de comida entre los escolares. Pero con un presupuesto reducido en un 60% por culpa de los recortes, lo tuvo que hacer con el apoyo de la Iglesia, ayuntamientos, empresas privadas y ONG como Aldeas Infantiles o Unicef.
Ese mismo mes se aprobó el segundo rescate al país heleno, que ahora han puesto en entredicho no solo los dos favoritos a la presidencia del país, sino sobre todo los votos de los electores.
Promesas electorales:
Samaras quiere recortar el gasto gubernamental y rebajar una única tasa de impuestos corporativa del 23 al 15 por ciento para estimular el consumo y la contratación de personal, informa Reuters.
Tsipras por su parte propone aplicar más impuestos a los ricos, como también prometió hacer el ya presidente francés François Hollande en su programa electoral. El líder de Syriza también se ha comprometido a incrementar los ingresos de los impuestos directos hasta la media europea, actualmente están un 4 por ciento por debajo de los países del bloque.
4. No perder un techo bajo el que vivir
La falta de dinero ha hecho que algunos griegos se planteen cambiar la ciudad por el campo. Sin datos oficiales, una encuesta de Kapa Research realizada a casi 1.300 griegos en marzo y recogida por Reuters, el 68 por ciento admitió haberse planteado mudarse al campo. ¿Los motivos? Una vida más barata y de mejor calidad.
A fecha de 31 de diciembre de 2011, Grecia había batido su récord de personas sin techo: 20.000. Ya en septiembre del año pasado las estimaciones oficiales hablaban de un 20-25% más de indigentes que en 2009.
5. Tener luz y gas
El Gobierno interino prevé una ayuda urgente de al menos 40 millones de euros a las compañías eléctricas estatales para evitar un corte energético, informaba EFE esta semana. En enero pasado, la eléctrica estatal ya decidió cortar la luz a quien no pagara un impuesto especial, exceptuando a los parados y enfermos, según Athens News.
Por su parte, la empresa pública del gas debe al menos 155 millones de euros a sus suministradores en Turquía y Rusia.
6. Evitar que el rescate europeo les hunda
Ni siquiera tras el segundo rescate acordado con la troika, Grecia consigue recuperarse. Ya han pasado cuatro meses desde aquel pacto y el paro no hace más que subir mientras el consumo no hace más que bajar.
Una deuda del 165,3% del PIB no se salva tan fácilmente. Así lo muestran no solo los datos de la inflación ya mencionados, sino también el incremento en el cierre de fábricas, tal como relata Le Monde.
Promesas electorales:
El fragmentado resultado de las elecciones que celebró el país el 6 de mayo dejó claro que el pueblo heleno no quería el rescate, al menos no bajo las condiciones en las que lo apoyaban los socialistas del Pasok y los conservadores de Nueva Democracia.
Por eso, la Izquierda Radical ganó tantos votos entonces y ahora los sondeos la muestran como favorita junto con Nueva Democracia. El partido conservador también se había negado ya a firmar el primer rescate griego, pero siempre ha mantenido una línea más fiel a Bruselas. Aún así, su líder Antonis Samaras ha dejado claro que también quiere renegociar el consabido memorándum.
Este domingo van a las urnas entre el deseo de salir a flote y el miedo por lo que pueda suceder con el euro, pero la experiencia reciente con Hollande en Francia y Bankia en España muestran que al final todo es cuestión de voluntad política. Y Timothy Geithner, el secretario del Tesoro de EEUU, asegura que Bruselas ha confesado que la tiene. Queda por ver hasta dónde estarían dispuestos a negociar Syriza o Nueva Democracia en caso de conseguir formar Gobierno.
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