"Los palestinos no tenemos derecho a ser victimistas"

  • Raji Sourani es un premiado abogado y activista, presidente del Centro Palestino de Derechos Humanos. Está harto de que la comunidad internacional guarde silencio ante la ocupación israelí, que califica de "criminal". Pero en esta entrevista deja claro que no está dispuesto a abandonar la lucha por lo que considera justo.

Raji Sourani, presidente del Centro Palestino por los Derechos Humanos. (Foto: Casa Árabe / Efrén Serrano Burgos)
Raji Sourani, presidente del Centro Palestino por los Derechos Humanos. (Foto: Casa Árabe / Efrén Serrano Burgos)
Casa Árabe / Efrén Serrano Burgos

Cuando Raji Sourani jugaba de niño en las calles de Gaza en los años 60 nunca imaginó que su tierra acabaría como está hoy: 1,8 millones de personas hacinadas en una franja de 150 kilómetros cuadrados, un muro divisorio en Cisjordania, un comercio coartado...

Pero este premiado defensor de los derechos humanos (Premio de Derechos Humanos RF Kennedy, entre otros) cree que la situación "cada día que pasa, cada mes, cada año, empeora: es una pesadilla hecha realidad".

Sourani preside el Centro Palestino para los Derechos Humanos y lleva 36 años defendiendo a cientos de prisioneros que su organización califica como presos políticos de Israel (hoy contabilizan un total de 2.000).

Once de ellos pasaron recientemente 78 días en huelga de hambre con un objetivo principal, cuenta Sourani. Pedían el derecho a recibir la visita de su familia. Algunos de ellos llevaban al menos seis años sin ver a sus seres queridos.

"Israel tiene vía libre absoluta, no hay verdadera protección legal", se queja este abogado. Asegura que desde 1998 no pueden ir a visitarles ni los miembros de su organización.

"Es una situación kafkiana. Lo que está pasando en esa parte del mundo es la ley de la jungla", afirma enfadado.

Sourani, que también es vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos con sede en París, enumera un sinfín de "crímenes" del Gobierno de Benjamin Netanyahu en un discurso que no desea dejar lugar alguno al beneficio de la duda:

"La ocupación es un castigo colectivo sin razón alguna. No puedes tratar el agua, no tienes permiso para importar o exportar materiales de construcción. Ellos deciden si tienes electricidad, si estudias en el extranjero o no, si vives o mueres".

"La conspiración del silencio de la comunidad internacional"

"Europa está guardando una conspiración del silencio [a favor de Israel]. Es cómplice de una ocupación criminal", reprocha mientras recuerda una y otra vez los convenios de Ginebra que ya en 1949 establecieron la protección de los civiles en los conflictos armados.

A tenor de la negativa de Estados Unidos en la ONU ante la petición de Mahmud Abás para que se reconociera el Estado palestino, Sourani no cree que el apoyo manifiesto de François Hollande a su independencia vaya a ser de gran utilidad (prometió reconocer el Estado palestino de llegar a la presidencia de Francia).

Sí confía, sin embargo, en el impulso que puede dar un apoyo masivo de los países que han vivido la Primavera Árabe. "De izquierdas o derechas, religiosos o laicos o marxistas, prácticamente todos los políticos de estos países nos apoyan. Así que es una cuestión de tiempo. Espero que esto suponga una nueva dimensión de apoyo a Palestina", asegura el abogado, que esta semana ha visitado España invitado por Casa Árabe.

Aún así, la independencia de Palestina no está entre los objetivos prioritarios de Raji Sourani: "No hablamos de autodeterminación o independencia. Primero necesitamos que Israel reconozca la ocupación de los territorios ocupados y que apliquen los Convenios de Ginebra. Después podemos comenzar a hablar de derechos humanos".

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha publicado en las pasadas décadas numerosos informes y declaraciones a favor de la causa palestina y reprochado repetidamente la ocupación que ha llevado a cabo Israel desde 1967 (ilegal bajo las propias resoluciones de la ONU; para saber más, Israel-Palestina: historia de un conflicto interminable).

Pero poco ha cambiado. Aunque la UNESCO dio el paso de reconocer a Palestina como Estado de pleno derecho el año pasado, Estados Unidos sigue sin dar luz verde en el Consejo de Seguridad para un verdadero reconocimiento internacional.

Denuncias independientes

Además, el Centro Palestino para los Derechos Humanos no se cansa de denunciar una y otra vez la violación de derechos humanos en los territorios ocupados.

Entre ellos destacan últimamente los ataques del Ejército israelí a botes pesqueros palestinos que faenan junto a la costa de Gaza (los 3.000 pescadores palestinos tienen permiso para hacerlo hasta 3 millas náuticas mar adentro). La organización independiente tampoco olvida la indefensión de los niños, a quienes en algunos casos reclutan los palestinos para la lucha armada.

Sourani estuvo a punto de abandonar su lucha por los palestinos una vez. Fue a principios de los años 90, pero cuenta que un cura sudafricano le convenció para que siguiera adelante.

Hoy asegura estar lleno de optimismo, a pesar de estar convencido que la situación no hace más que empeorar. Y aunque su organización es independiente, su corazón enfadado e indignado no puede evitar una crítica sin concesiones a Israel (excepto el reconocimiento de las organizaciones humanitarias israelíes con las que colabora):

"No tenemos derecho a ser victimistas ni a rendirnos. El futuro es nuestro, no suyo. No puede serlo para quienes cometen crímenes a la luz del día".

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