El acuerdo entre EEUU y Cuba pararestablecer los vuelos comerciales entre ambos países de forma regular ha supuesto el primer viaje de un grupo de 180 migrantes cubanos.Son casi 8.000 personas las que todavía quedan en Costa Rica.
Las casi doscientas personas salieron hacia el El Salvador para continuar su viaje a Estados Unidos. Una vez lleguen a la frontera entre Guatemala y México deberán seguir el viaje por su propia cuenta.
Antes de coger el avión en el aeropuerto de la ciudad de Liberia, 200 km al norte de San José, los migrantes tuvieron una emotiva despedida con sus compatriotas con los que compartieron abrazos y lágrimas.Viaje piloto
Este primer viaje es un proyecto piloto para probar el mecanismo trazado junto a los gobiernos de El Salvador, Guatemala y México, para permitirle a los cubanos continuar su recorrido, después de que Nicaragua desbloqueara el paso el noviembre pasado.
"El Gobierno de Costa Rica confía en el éxito de este plan piloto para que los miles de cubanos que se encuentran en territorio costarricense, desde hace dos meses, puedan continuar su camino. Esto es una situación humanitaria que requería ser abordada", expresó el ministro de Exteriores Manuel González.
Tras la decisión nicaragüense de cerrar el paso a los cubanos, 7.800 migrantes no pudieron salir de Costa Rica y otros 2.000 se encuentran en Panamá.
La directora de Migración de Costa Rica, Katia Rodríguez, consideró que se necesitarían unos 28 vuelos para evacuar a los cubanos residentes en 38 albergues en su país.
El viaje despertó entusiasmo entre los cubanos, pero también temor por la travesía que les espera, sobre todo cuando deban atravesar México.
Los migrantes tendrán una visa de 20 días para que atraviesen el país rumbo a la frontera con Estados Unidos.Incertidumbre a su llegada a EEUU
En Estados Unidos no está claro cómo serán recibidos, aunque funcionarios norteamericanos han dicho que se mantiene vigente la política de "pies secos/pies mojados", que permite a los cubanos quedarse legalmente en Estados Unidos una vez que pisen ese territorio.
"El viaje hasta aquí no fue fácil, pero lo más duro lo encontramos aquí", recordó uno de los viajeros, el camionero Rubén Chil, de 38 años, en una referencia a la decisión de Nicaragua de impedirles la entrada a su territorio, paso obligado en su periplo a Estados Unidos, desde noviembre.
Chil espera llegar cuanto antes a Miami, donde tiene familia, para conseguir trabajo como camionero y poder llevar entonces a su esposa y dos hijos, quienes se quedaron en Guanajay, Cuba.
Yordani Casanova, de 33 años, está igual de emocionado. Propietario de un negocio de bebidas a base de hierbas naturales en Puerto Padre, este de la isla caribeña, emprendió el viaje junto a su esposa, Lisleni Fernández.
Su esposa dijo que quieren trabajar en lo que sea en Estados Unidos, y quizás en dos años puedan traer a sus dos hijos, de 4 y 8 años, que se quedaron con los abuelos en Cuba.
Aunque tienen miedo. "Nos han dicho que en México hay unas bandas que asaltan en las calles y que hay zonas peligrosas", advirtió Casanova.
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