Un parlamento británico fragmentado, el peor escenario para los mercados

Los británicos acuden de nuevo a las urnas para decidir quién será el nuevo líder que negocie con la Unión Europea la salida del país del bloque. Son unas elecciones cruciales que se celebran en medio de un ambiente de incertidumbre y de cierta volatilidad y nerviosismo en los mercados tras conocerse las últimas encuestas que pronostican una resultado ajustado. De hecho, la bolsas se acuerdan de lo que sucedió el pasado 23 de junio cuando, contra todo pronóstico, los ingleses optaron por salir de la Unión Europea.

El día después de la votación, el valor de la libra cayó dramáticamente y las bolsas de todo el mundo registraron fuertes caídas. El precio de la libra con respecto al euro llegó a reducirse en un 7%, y la decisión británica también afectó al euro que, perdió un 3,3% con respecto al dólar, su mayor caída desde su creación. En los primeros minutos de transacciones, el índice FTSE 100 cayó más de 500 puntos antes de experimentar una ligera mejoría. En su conjunto, la Bolsa de Londres cayó más de 8% en su apertura, para luego moderarse y perder solo un 3%.

Casi un año después de aquella transcendental votación, los ingleses vuelven a las urnas. Pese a que la permanencia en la Unión Europea no ha sido transcendental en la campaña -solo el Partido Liberal Demócrata proponía otro referéndum- los mercados esperan con expectación el resultado.

Ranko Berich, analista de Monex Europe, recuerda que “la libra esterlina ha salido reforzada desde el anuncio de la convocatoria de elecciones ( el 19 de abril) y pese a los vaivenes de la semana pasada tras conocerse algunas encuestas". En su opinión, el comportamiento de la moneda inglesa está siendo bueno en los últimos meses, "por motivos externos, que no están relacionados con la elección". Todo puede pasar.

El analista de Monex Europe advierte de que la victoria de los conservadores “es probable que lleve a unos malos resultados económicos y unas negociaciones duras con los líderes europeos". Por otro lado, la posibilidad de que resulte un parlamento incierto “causaría mucha volatilidad en el futuro inmediato”. Y, si ganan los laboristas, “tampoco tiene por qué ser un desastre para la divisa inglesa ya que puede aumentar la posibilidad de un política de mercado y de inmigración amigable con el mercado.”

También los analistas de Bloomberg coinciden en que el peor de los escenarios sería una elección sin un vencedor claro. Aseguran que una victoria contundente de Theresa May no provocaría una fuerte respuesta del mercado porque dan por descontado que gane. De todos modos, desde Bloomberg se cree que “sería el resultado mejor recibido por los mercados”.

En caso de que la victoria conservadora sea ajustada esto no sería “visto como un riesgo, dado los resultados de las últimas encuestas, que ya preveían que el resultado de los laboristas mejorase". Por otro lado, una victoria del Jeremy Corbyn “dañaría a corto plazo la evolución de la libra, pero podría impulsarla a medio plazo dado que los mercados aplaudirían una negociación más suave del Brexit y el impulso del gasto".

Sin embargo, en caso de que se forme un parlamento muy fragmentado, sería un escenario “particularmente perjudicial para la libra, ya que no solo podrían en cuestión la formación de un Gobierno sino que retrasaría el inicio de las negociaciones del Brexit.”