Minerales que matan en el Congo

  • La ley Dodd-Frank, que prohibe a las empresas estadounidenses utilizar materias primas que provengan del conflicto del Congo, es sólo un primer paso para erradicarlo. Hablamos con Fidel Bafilemba, consultor de investigaciones de campo en la región africana, sobre los minerales que esclavizan miles de vidas congoleñas.
Miles de personas pretenden ocupar el yacimiento minero Conga en Perú
Miles de personas pretenden ocupar el yacimiento minero Conga en Perú
Andrew Meldrum | GlobalPost

Cuando el presidente Obama firmó la ley Dodd-Frank, gran parte de las conversaciones y del debate se centraron en el objetivo de reformar Wall Street y en su potencial para prevenir otra crisis financiera.

Pero dentro de la ley, que entró en vigor el 1 de abril de 2011, también hay una disposición que trata específicamente sobre el este del Congo. La sección requiere que las compañías estadounidenses se aseguren de que las materias primas que utilizan no están vinculadas con el conflicto en el Congo, auditando las cadenas de suministro de los minerales.

Meses más tarde, los analistas y grupos de cooperación - todos quieren ver el fin de la violencia - aún mantienen una acalorada discusión sobre lo mucho que la disposición ha ayudado.

Fidel Bafilemba, un consultor de investigaciones de campo para el proyecto Enough en la región oriental de la República Democrática del Congo, nació y se crió en Goma, una ciudad cerca de la frontera del Congo con Ruanda. Dice que cree que "el mundo tiene la obligación de encontrar una forma de poner fin a los minerales conflictivos", y la ley Dodd-Frank es el primer paso hacia la consecución de ese objetivo.

Hablamos con Bafilemba, de 38 años, de los minerales de conflicto en el Congo, y de lo que cree que se debe hacer para crear la paz en la región devastada por la guerra. A continuación transcribimos parte de la conversación:

¿Por qué preocupa al Congo el asunto de los minerales conflictivos?

Desde que hemos tenido avances tecnológicos en este mundo, este tema ha tenido un impacto inmediato en la población congoleña. Las empresas (belgas) del rey Leopoldo II se cobraron más de 10 millones de vidas congoleñas, y fue por el mercado del caucho. La gente quería latex para los neumáticos.

En segundo lugar, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando EEUU necesitó uranio para fabricar su primera bomba atómica, este mineral se obtuvo de la mina Shinkolobwe en Katanga.

En tercer lugar, desde hace 17 años los países vecinos del Congo - Ruanda, Burundi, Uganda, Angola y otros- comenzaron a invadir el Congo alegando razones de seguridad. Sí, el Congo ha sido el hogar de las milicias de estos países, pero las invasiones siempre han conducido al estaño, tantalio, tungsteno y oro, conocidos hoy como minerales conflictivos. Fuera de eso, más de 5,5 millones de congoleños han muerto a manos de las milicias.

¿Por qué son tan estratégicos el estaño, el tungsteno, el tantalio y el oro?

Si quieres construir aviones, ordenadores, televisores, teléfonos móviles y así sucesivamente, no puedes fabricar esa tecnología sin estos minerales. Ellos son la clave para el avance tecnológico del presente.

Todo lo que estamos pidiendo es un proceso de certificación. El Congo ha tenido un código de minería que ha estado en vigor desde hace años, pero el gobierno nunca ha incentivado a seguirlo hasta que se ha producido la reciente presión legislativa en el Congo de revelar la fuente de sus minerales.

Debido a la legislación de EEUU de imponer la transparencia y el juego limpio en el sector minero, el Gobierno congoleño está implementando un sistema de trazabilidad en el terreno, que incluye la construcción de centros de comercio de los minerales, la formación de la policía de la minería, el registro de cualquier persona  que se dedique al negocio de la minería, y lo más importante, la desmilitarización de las zonas mineras.

Y como resultado de la desmilitarización, el grupo de expertos de la ONU, el Gobierno, empresas mineras locales y grupos de la sociedad civil acaban de terminar un proceso denominado "de cualificación y validación de las minas libres de conflicto". En ese sentido, hemos validado el 60 por ciento de las minas Kivu Norte y Kivu del Sur, lo que es un gran logro.

¿Cómo responder a las críticas de que la ley Dodd-Frank quitará puestos de trabajo a la población congoleña y hará sufrir a la economía congoleña?

Ni siquiera es un buen trabajo. No es un trabajo. Es la esclavitud.

Casi no hay minas en el este de Congo que sean accesibles, y la única manera de que las comunidades puedan tener acceso a los artículos fabricados es volando en avión. Esto significa que si una botella de cerveza cuesta 1 dólar en Goma, se convierte en  5 dólares en los yacimientos mineros. Y al final del día, tres días después de haber trabajado tan duro, reciben 1,50 dólares. Asi que, ¿a eso le llamas un trabajo?

Podemos humanizar el sector de la minería mediante la diversificación de las actividades económicas para que la gente tenga más opciones y mediante el cumplimiento de la legislación congoleña para poder devolver algo a cambio a las comunidades locales.

La gente ha estado diciendo que los minerales son los principales baluartes de la economía congoleña. El producto interno bruto per cápita al año de un congoleño es de 180 dólares.¿Llamas a eso una economía?

¿Y por qué algunas personas alaban únicamente los ingresos de los minerales de conflicto?

Están olvidando que en una ciudad como Goma tenemos cerca de 270 agencias de ayuda internacional, y eso significa que millones y millones de dólares se canalizan en la economía local. No se sostiene de estos ingresos sangrientos de los minerales, sino que se sostiene más bien por los organismos de cooperación que tenemos en el este de Congo.

¿Qué puede hacer el mundo para ayudar a detener la explotación de los minerales conflictivos?

Si no fuera por los electores de EEUU pidiendo a sus representantes que aprueben la Ley Dodd-Frank, esto nunca habría sucedido. Sin embargo, esta legislación está en peligro hoy en día, a causa de la Cámara de Comercio de EEUU presionando fuertemente, y amenazando a la SEC con demandas legales si publican el proyecto de ley de los reglamentos de aplicación.

Entonces, ¿qué puede hacer el pueblo estadounidense?

Todo el mundo puede usar su teléfono móvil y enviar el mensaje de texto CONGO al 30644 para unirse a la campaña Levanta la esperanza para el Congo. Esto tiene como objetivo hacer un llamamiento a los representantes de EEUU, a la administración Obama y al Departamento de Estado para que evite una publicación por fases o con retraso de las regulaciones de la SEC.

Para países como Ruanda y Uganda, que tienen economías que se han construido en base a los minerales conflictivos, no va a ser fácil para ellos dar marcha atrás y  participar realmente en el proceso de limpiar el negocio.

Debido a eso, necesitamos que el Gobierno de EEUU sea un conductor de los diferentes esfuerzos de certificación en la región hoy día. Eso no requiere dinero. Se requiere sólo la voluntad de hacerlo. Y el Gobierno de EEUU puede hacerlo.

 

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