Mohamed Buazizi, el vendedor de frutas que acabó con el régimen de Ben Alí

  • Hace un mes nada hacía sospechar que el fin del gobierno del ex presidente tunecino Ben Alí estuviera cerca. Pero un joven vendedor de frutas y verduras encendió la mecha de un país harto del desempleo y la corrupción de un régimen que llevaba 23 años en el poder.

Un estudiante fallece en Túnez días después de quemarse a lo bonzo
Un estudiante fallece en Túnez días después de quemarse a lo bonzo

Tenía 26 años. Había cursado estudios superiores y era diplomado en informática. Pero como tantos otros jóvenes tunecinos, Mohamed Buazizi no había encontrado empleo en su profesión.

Su familia necesitaba que trajese dinero a casa y decidió abrir su propio negocio: un carro de frutas y verduras para conseguir unos ingresos vendiendo de forma ambulante en la ciudad de Sidi Bouzid.

Pero la policía local le requisó sus productos y su carro argumentando que carecía del permiso necesario. Algunas versiones también claman que le pegaron en la cara. Mohamed lo vio claro: estaban abusando de su poder. Al menos eso pensaba él.

Harto de la vida a la que le había llevado la situación económica y política de su país decidió que no valía la pena seguir adelante. Pero quiso que las autoridades lo supieran.

Quizá lo que no preveía era que la noticia de un joven quemándose a lo bonzo (el pasado 17 de diciembre) fuera a conocerse en todo el mundo. Lo que seguro que no esperaba era que su protesta desembocara en toda una revuelta ciudadana y en la expulsión final de su odiado presidente Ben Alí, después de 23 años de un Gobierno no democrático.

Fueron cientos los que acudieron a despedirle en su funeral y más de una cámara de televisión la que se hizo eco del último adiós a un humilde ciudadano que ha conseguido cambiar el rumbo de su país sin saberlo. Los que fueron a despedirse clamaban venganza.

Mohamed Buazizi ha marcado un nuevo rumbo para Túnez. Pero él ya no lo podrá vivir.

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