Como le ocurrió a Mark Rutte en las elecciones de 2010, Samsom, recién estrenado líder del Partido del Trabajo (PvdA), ha dado una bocanada de aire fresco a los electores holandeses.
En contraste con su juventud y su pasado de ecologista, ha sabido poner el tono más realista y pro-europeo a la campaña. Su mensaje ha cuajado en el votante indeciso de izquierda y le ha hecho subir como la espuma en los sondeos.
Nacido en la ciudad de Groningen, al norte de Holanda, estudió Física en la Universidad Técnica de Delft, donde se licenció en 1997 como ingeniero especializado en física nuclear.
Desde muy joven decidió usar sus conocimientos técnicos para mejorar el mundo desde el activismo. Llamó a las puertas de una de las organizaciones ecologistas más renombradas internacionalmente, Greenpeace, y se las abrieron.
Tras organizar y participar en numerosas campañas, entre ellas contra la caza de ballenas y ser detenido en varias ocasiones, en 2003 decidió canalizar su idealismo hacia la política.
"En el pasado embarqué en el barco de Greenpeace porque con mis ideales quería mejorar el mundo. Ahora me dedico a la política porque con mis ideales quiero marcar la diferencia", dice Samsom en uno de sus anuncios de campaña electoral.
Para algunos analistas, su ecologismo podría ser un obstáculo en el camino hacia la jefatura del gobierno. Consciente de no poder- o querer- borrar ese episodio, Samsom ha sabido transformar la energía del activista en dinamismo, como orador y comunicador. No en vano el eslogan de su campaña al liderato del partido el pasado marzo fue "Nueva Energía".
Algunos expertos han dicho de él que su actuación mediática le ha llevado a que los sondeos le proclamaran vencedor de los debates de la campaña.
Sin perder el idealismo, ha sido capaz de poner matices al debate polarizado sobre Europa y atraer hacia su terreno a los votantes que al principio se inclinaban por la postura euroescéptica de carismático Emile Roemer, líder de los socialistas radicales.
Pequeño de estatura en comparación con sus contrincantes, Samsom optó por la estrategia de defender su mensaje con cifras bien estudiadas y adoptar el papel de moderador entre los extremos de Roemer y el antimusulmán Geert Wilders.
También tuvo que trabajar su imagen para parecer un candidato serio frente al conservador Rutte, para lo que no dudó en ponerse la corbata (solamente la usa en los debates).
Es un político que se define ateo, no fuma, es vegetariano y asiduo de las redes sociales Twiter y Facebook, y como su rival Rutte, es abierto a la hora de hablar de su vida privada.
Casado y con dos hijos, no dudó en ilustrar en uno de sus vídeos electorales su defensa de una sanidad de calidad poniendo como ejemplo a su hija mayor, que nació con una anomalía cerebral.
Ello fue considerado por algunos como una estrategia electoral al estilo estadounidense, mientras que para otros fue una muestra de ser un político comprometido.
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