Por cada dólar que emplean grupos sociales en lobbies, las empresas se gastan 34

    • Según informa la revista New America, por cada dólar que emplean sindicatos y grupos sociales en lobbies, las grandes empresas emplean 34.
    • Las grandes corporaciones norteamericanas se gastan cada año 2,6 mil millones de dólares en influir a través de lobbies en los legisladores del país.
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Las grandes empresas dominan los lobbies en EEUU. Así, son los intereses privados los que manejan los grupos de influencia en las esferas de poder en Estados Unidos, los que hacen presión a lesgisladores y políticos para conseguir ventaja.

Es lo que revela la revista New America, que apunta a que los datos son contundentes: por cada dólar empleado por agentes sociales (sindicatos y activistas, por ejemplo), las grandes empresas se gastan 34. Hasta sumar un total de 2,6 mil millones de libras, según datos oficiales, más incluso que lo que les cuesta a los americanos mantener la Casa de Representantes y el Senado: entre los dos apenas llegan a los 2 mil millones de libras anuales.

De los 100 organizaciones que emplean más dinero en influir en los dirigentes de EEUU, 95 son empresas, compañías privadas, apunta. Empresas privadas que han ido evolucionando sus posiciones: antes lo que intentaban era mantener al gobierno alejado de sus intereses, ahora, quiere que el gobierno le ayude, que sea un socio más. Entre las que más han cambiado, y mejorado, su posición están las farmacéuticas.

La cuestión de los lobbies, hasta hace poco fuera de la visión del público y con poca transparencia respecto al exterior, ha ido evolucionando hasta la opinión pública en los últimos años. Así, un reciente estudio de Transparencia Internacional señalaba la falta de transparencia de los gobiernos europeos en cuanto a sus reuniones con grupos de influencia, con sus propios intereses.

Según apuntaba el estudio, un 66% de los españoles cree que el gobierno está bajo control de unos pocos intereses. Un 52% de las empresas españolas cree que la única forma de tener éxito en un país es conseguir contactos en la política. En nuestro país no hay apenas registro de qué lobbies existen, no hay leyes que afecten o regulen al sector y no queda apenas rastro de qué lobbies se encuentran con qué políticos. Algo que, apunta, lleva a la corrupción.

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