Instaladas en una grave crisis demográfica, donde las defunciones superan ya a los nacimientos, las naciones de la vieja Europa observan cómo familias musulmanas y de refugiados africanos o de Oriente Medio llegan en tropel y se instalan en susterroritorios.
Las mismas naciones de la Unión Europa (UE) desde su estrategia de bloqueo demográfico, contemplan cómo China suaviza su política de hijo único, hasta eliminarla en los casos en que los padres son hijos únicos, y Japón pone en marcha incentivos fiscales para las familias, en especial las numerosas.
Según estudios coincidentes, desde 1980 hasta ahora, la política del hijo único en China ha supuesto en torno a 400 millones menos de nacimientos, que la segunda economía del mundo está comenzando a notar. La estricta política del hijo único comenzó ya a ser revisada en 2013 en función de los hermanos que tuviesen los padres.
En Japón llevan una temporada asustándose desde que se ha hecho oficial que la tasa de fecundidad se sitúa en 1,42 hijos por mujer, cuando en España es ya de 1,32, por debajo de la media de la UE, según Eurostat, y muy lejos de la conocida tasa de 2,1, necesaria para el reemplazo generacional.
Europa continúa embarrando las estadísticas comunitarias en este tema, al ofrecer datos sin duda interesantes, pero no poniendo fácil llegar al dato de fecundidad ni al concreto segmentado de en qué porcentaje la estabilidad de población, y en algunos el incremento, se debe a la población propia o a los migrantes.
El dato cierto es que la población de la UE a 28 ha alcanzado en 2015 los 508 millones de personas, con un ligero incremento de poco más de un millón en relación al año anterior (506,9 millones).
Por países, Alemania es la primera del ranking con 82,1 millones de habitantes que suponen el 16 % de los europeos, seguido por Francia (66,4 y 13,1 %), Reino Unido (64,8 y 12,7 %), Italia (60,8 y 12 %) y España (46,4 y 9,1 %). Entre ellos reúnen a más de la mitad de la población de la UE.Ausencia de políticas familiares
Podríamos preguntarnos en este punto si hablar de la familia es ceñirse exclusivamente a la natalidad. Cualquier observador dice que no. Sin embargo, es un dato revelador. Otro es la desestructuración familiar medida en número de divorcios.
En 2014 hubo 100.746 divorcios en España, un 5,6 por ciento más que en el año anterior. En diez años, España es ya el cuarto país de la UE con mayor número de divorcios, tras Alemania, Reino Unido y Francia, según el IPF.
Hace una década 41.621 matrimonios terminaron en ruptura. En 2012 eran 104.262. El año pasado, aseguran que también la crisis influye, se redujeron a cien mil.¿Existen políticas familiares que ayuden a las familias a salir adelante?
Escasas. Para empezar, la estructura de gobierno de la Unión Europea no tiene una comisaría de Familia. La política familiar no se ve como una inversión ni para la UE ni para la mayoría de los países, con alguna excepción, como Hungría.
Es muy complicado acceder a los datos sobre la situación familiar de los políticos europeos, no digamos de los hijos. En España se conocen, en particular por entrevistas con medios informativos.Promesas en el aire
Han tenido que llegar unas elecciones para que el partido popular en apuntara desde el gobierno algunas políticas familiares específicas. En concreto, un plan de apoyo a madres jóvenes en exclusión o en una situación especial, de hasta 2.000 euros año, y un complemento de la pensión para madres con dos ó más hijos, que entrará en vigor en enero.
El programa socialista proponía "políticas amistosas para las familias, para generar un entorno social más propicio para las preferencias reproductivas", con "desgravaciones por tamaño de las familias y rentas".
Y todos, también Ciudadanos y Podemos, se refirieron a la conciliación de trabajo y tareas familiares.
En campaña, el ministro en funciones de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, se fotografió con los Postigo-Pich, familia numerosa europea del año, y prometió ayudas, que debido a los resultados del 20D están en el alero.
Conviene saber que casi coincidiendo con la marcha del Ministerio de Ana Mato, en noviembrfe de 2014, Mª Teresa López, directora de la Cátedra Extraordinaria de Políticas de Familia Acción Familiar-Universidad Complutense, con la colaboración de Mónica Gómez, criticaron con severidad el tratamiento a la familia en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2015.
"Sorprende -decían entre otras cosas-, que siendo las prestaciones por hijo a cargo unas ayudas de muy escasa cuantía y dirigidas sólo a familias que se encuentren por debajo de un límite de rentas, no se trate de mejorar ni su cuantía ni se aumente dicho límite, lo que permitiría llegar a un mayor número de familias beneficiarias".
"El coste no sería excesivamente elevado -añadían- sobre todo si se tiene en cuenta que el número de nacimientos está bajando tanto que está llevando a reducir el gasto total por estas prestaciones de manera "natural". "En una situación demográfica como la actual, con unos comportamientos sociales que colaboran al claro envejecimiento de la población, parece necesario apostar por actuaciones que protejan y apoyen la maternidad, y reconozcan el valor social y económico del capital económico que son los hijos y del capital social que surge de las relaciones familiares".
En su opinión, "es evidente que esto exige una apuesta no sólo política sino también presupuestaria que no parece haberse plasmado todavía en estos Presupuestos (para 2015).Algunas medidas concretas
La pelota está ahora en el tejado. ¿Se atreverá el ó los partidos que gobiernen a apostar por la familia o a sugerir un Pacto de Estado por la familia? Estamos hablando de la institución natural y básica por excelencia que, precisamente por eso, debiera ser ajena a los vaivenes políticos y recibir un tratamiento privilegiado, ajeno a ideologías.
La Federación de Familias Numerosas propuso antes de las elecciones 60 medidas, que presentó a los partidos, sugeridas por ciudadanos a través del programa "Pídele al gobierno', operativo en la web www.familiasnumerosas.org
Las más destacadas eran:
1) prestación universal por hijo a cargo, de al menos 100 euros al mes, hasta los18 años,
2) reducir los gastos escolares de las familias numerosas para que la enseñanzaobligatoria y gratuita sea realmente así,
3) Las familias numerosas cuentan con una bonificación de hasta el 90% en elIBI, pero está siendo recortada en muchos ayuntamientos. Las familias piden quese mantenga en un mínimo de un 50 por ciento.
Pero hay muchas más.
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