Princeton asegura que el despido del profesor español fue procedente

  • La rectora de la Universidad ha enviado una carta a la comunidad académica en la que asegura que el despido de Antonio Calvo se hizo mediante la normativa adecuada y ha señalado que el hecho de que la universidad no haya dado ninguna información oficial sobre el tema anteriormente se debía a la protección del derecho al honor y la intimidad del docente.
lainformacion.com

Princeton rompe su hermetismo sobre los sucesos que rodean la muerte de Antonio Calvo. La campaña de presión iniciada por un grupo de estudiantes del profesor bajo el lema 'Justicia para Calvo', y sufragada por los medios de comunicación, ha conseguido que la universidad rompa un silencio que duraba ya dos semanas.

La rectora de la Universidad ha enviado una carta a la comunidad académica, publicada en la página web de la institución, en la que asegura que el despido de Antonio Calvo se hizo mediante la normativa adecuada y no se corrompió ninguna ley. Además ha señalado que el hecho de que la universidad no haya dado ninguna información oficial sobre el tema anteriormente se debía a la protección del derecho al honor y la intimidad de Calvo.

"Debíamos preservar la intimidad de Calvo y no cometer una violación de la política de confidencialidad", ha asegurado Tilghman que ha explicado que "la política de la institución es la de proteger la privacidad de cualquier miembro de la plantilla y de su familia".

Ha indicado que estas declaraciones se deben a que han estado circulando por el campus y la blogosfera falsos rumores e incluso se han identificado a individuos inocentes en el campus, a los que se les ha apuntado con el dedo y se les ha culpado de participar en la historia: "Hechos que no son dignos de esta comunidad universitaria".

Tilghman no ha querido dar ninguna respuesta sobre los motivos que llevaron a Calvo a quitarse la vida el pasado 12 de abril, cuatro días después de su cese fulminante. Sí señala que en raros casos el comité de evaluación "recomienda la suspensión inmediata" de un docente del centro, hecho que sucedió con el español.

En el caso de Calvo, la decisión fue tomada debido a varias "alegaciones de conducta impropia realizadas durante la revisión" de la renovación del contrato de Calvo, que expiraba a finales del presente curso.

Varios grupos de estudiantes siguen quejándose del despido de manera abrupta del director de su Departamento de Lengua Española y Portuguesa, algo que les ayudará, esperan, a comprender por qué Antonio, de 45 años, decidió quitarse la vida de una forma cruenta cuatro días más tarde en su pequeño apartamento de Nueva York.

Antonio Calvo trabajaba en la elitista Princeton desde 2000. Además de estar a cargo del departamento de español y portugués desde 2008, dirigía los cursos de verano que se dictaban en Toledo, adonde acompañaba cada año a un grupo de jóvenes americanos interesados en conocer de primera mano la cultura española.

Muy popular y apreciado por gran parte de sus estudiantes, amante de la música, la fotografía y el senderismo, Calvo no contaba con plaza fija en la universidad (era lo que allí se conoce como senior lecturer), sino que su contrato era renovado periódicamente. Aparentemente, nadie en su Departamento esperaba otra cosa este año. Pero algo no fue bien

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