El resultado de las elecciones británicas alienta el riesgo de un Brexit caótico

  • Theresa May ha anunciado que no modificará el calendario de las negociaciones formales con la UE, que empezarán dentro de diez días, como estaba previsto.

    Los expertos esperan un periodo de incertidumbre y un enfoque más realista y prágmático en las negociaciones del Brexit entre Reino Unido y los 27.

El resultado de las elecciones aumenta el riesgo de un Brexit caótico
El resultado de las elecciones aumenta el riesgo de un Brexit caótico

Otra vez, el resultado de las elecciones británicas arroja un resultado incierto para la Unión Europea y la futura negociación de la salida de Reino Unido del bloque. Los 27 han reaccionado con cautela a la victoria en minoría de la primera ministra, Theresa May, que convocó las elecciones anticipadas para ganar apoyos de cara al Brexit. Europa lo tiene claro. El divorcio tiene que empezar cuanto antes. "No sabemos cuándo empezarán las conversaciones sobre el 'Brexit', pero sabemos cuándo deben acabar. Hagan todo lo posible para evitar un 'no acuerdo' como consecuencia de una 'no negociación'", ha advertido el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, en una primera reacción a través de Twitter.We don't know when Brexit talks start. We know when they must end. Do your best to avoid a "no deal" as result of "no negotiations". #GE2017— Donald Tusk (@eucopresident) 9 de junio de 2017

Tras perder las elecciones, en su comparecencia en Downing Street, May ha anunciado que el calendario de la negociación se mantiene. Su intención es iniciar “las cruciales conversaciones” del Brexit “en diez días”, el plazo que la Unión Europea tenía previsto. La incógnita es ¿en qué posición negociará la británica tras perder apoyos en Westminster, justo lo contrario que perseguía al convocar estos comicios?

Emilio Sáenz-Francés, profesor de Relaciones Internacionales de Comillas ICAI-ICADE y experto en Reino Unido, asegura que “May ha perdido todo su rédito político y fortaleza en solo una noche” e insiste en que la UE, por el contrario, tiene más fortaleza que nunca tras “la victoria de Macron en Francia y los hitos positivos de los últimos meses”, como la consolidación de la recuperación económica y el creciente sentimiento de unión entre los miembros del bloque gracias al Brexit.

Así las cosas, el órdago de May aumenta considerablemente los riesgos de un Brexit “caótico”. Los analistas de Citi señalan que "lo único seguro es que habrá un periodo de alta inestabilidad tanto en la política doméstica como en las negociaciones sobre el Brexit". En este escenario, el riesgo de un "Brexit más suave o un Brexit caótico" se han elevado, subrayan. Por su parte, los expertos de Allianz Global Investors señalan que la minoría parlamentaria de la premier “augura un enfoque más realista y pragmático en las negociaciones”, pero al mismo tiempo más complicado. Al perder la mayoría parlamentaria, cualquier acuerdo que alcance tendrá que ser ratificado por los miembros de Westminster, complicando aún más el divorcio.

Ahora bien, las negociaciones son entre un estado y otros 27 por lo que dependerán también de la postura que ahora asuman los líderes europeos. En este sentido, el holandés Mark Rutte ha dicho que “los británicos han hablado. Lo que significa el resultado para el Brexit está por ver. Holanda está lista para cooperar."Interlocutor débil, mayor riesgo

Por otro lado, el comisario de Presupuestos, Günther Oettinger, ha indicado que “necesitamos un Gobierno que sea capaz de actuar, que pueda negociar la salida de Reino Unido. Con un interlocutor débil, existe el peligro de que las conversaciones sean malas para las dos partes".

Con los laboristas de Jeremy Corbyn y su posición más suave respecto al Brexit de vuelta a la arena política, y con los tories de Theresa May entregados al divorcio, nadie duda de que la desconexión con Europa es firme. De hecho, los posibles cambios en la posición del gobierno británico, en función de sus propios intereses internos, pueden también obligar a la Unión Europea a ajustar su respuesta, pensada para el plan de May de abandonar el mercado único y la unión aduanera. Entre tantos interrogantes, hay una certeza: el sueño de los nacionalistas escoceses de organizar un nuevo referéndum de independencia ha recibido un duro golpe.

Está claro que las elecciones tendrán un efecto sobre las negociaciones. Los británicos han mostrado su rechazo a la interpretación extrema del Brexit que significaba más fronteras y menos inmigración. Ahora, las posiciones y los interlocutores han cambiado. May ya no tendrá vía libre para negociar porque deberá escuchar a los unionistas del Ulster y a los miembros de su partido que no apuestan por un Brexit duro. 

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