Otro salvaje motín se repite en la cárcel donde murieron 26 personas hace horas en Brasil

  • Dos integrantes de uno de los grupos narcocriminales que controlan las prisiones intentó invadir un pabellón donde se encontraban reclusos del otro bando.

    El hecho ha ocurrido en la cárcel de Alcaçuz, en Natal, donde este fin de semana fueron decapitadas y quemadas en una hoguera casi una treintena de personas.

Los presos, en los techos del penal.
Los presos, en los techos del penal.
Diego Caldentey
Diego Caldentey

Otra vez Brasil, las cárceles, los motines y el presidio de Alcaçuz, en Natal... En el mismo lugar donde este fin de semana murieron una treintena de presos la tregua ha durado muy poco. Este martes, decenas de reclusos han iniciado un motín que ha sido respondido con un ataque directo de los policías militares brasileños.

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Tras iniciar el motín, decenas de presos han comenzando a dirigirse hacia los techos del establecimiento. La revuelta ha intentando ser disipada por los policías de Natal, quienes comenzaron a disparar indiscriminadamente contra los reclusos desde los muros perimetrales que rodean la unidad carcelaria.

Éstos han intentado detener los disparos con mobiliario y colchones colocados en las ventanas de los pabellones, donde reina la máxima tensión. Tras conocerse las primeras noticias el hecho, las mujeres y los familiares de los convictos han acudido a las puertas de Alcaçuz para pedir clemencia a las autoridades y fuerzas del orden.

Mientras las mujeres lloraban y gritaban desesperadas, sus sollozos eran interrumpidos por decenas de detonaciones de fusiles que empuñaban los policías.

Hasta el momento no hay una cifra oficial de víctimas por este suceso, pero en Brasil ya han comenzado a circular rumores de que detrás de este hecho vuelve a asomar el temido grupo narcocriminal Primer Comando de la Capital (PCC), dispuesto a desafiar todo límite para alcanzar el control del narcotráfico en el país sudamericano.

Brasil ya suma 134 muertos en las cárceles, en apenas dos semanas de transcurrido 2017. El PCC de San Pablo y el Comando Vermelho (CV), de Río de Janeiro, los dos mayores grupos criminales del país, que han comenzado a librar una batalla sin cuartel en las cárceles y en las calles.

Lo que ha ocurrido el pasado fin de semana en la cárcel de Alcaçuz adquiere connotaciones terroríficas. "Fue una barbarie que nunca vi en mi vida. Hicieron una hoguera con cabezas de seres humanos", han asegurado funcionarios del penal de Río Grande do Norte.

Durante 14 horas, 26 presos fueron salvajemente asesinados, la mayoría decapitados, como ha venido ocurriendo en los últimos días en las masacres de Manaos (56 presos el 1 de enero pasado), y Roraima (33 muertos).

Según ha relatado el diario Folha de Sao Paulo, el nuevo motín en Alcaçuz se ha iniciado cerca de las 13.00 (hora local). Todo indica que el hecho se ha desencadenado por un nuevo enfrentamiento entre líderes de las facciones PCC y CV.

Dos reclusos de una de estas facciones ha intentado invadir la zona donde estaban integrantes del otro grupo. "Los reclusos de uno de los pabellones siguen libres dentro de los sectores implicados en el caos", ha asegurado el mencionado medio brasileño.

Al observar una descomunal reyerta en las zonas comunes, dos vigilantes de los puestos de seguridad situados en los muros perimetrales comenzaron a abrir fuego, lo que generó el caos y disparó un nuevo escenario de barbarie. La Policía ha utilizado pelotas de goma para dispersar a los revoltosos, pero éstos han respondido con salvajismo al disparar objetos contundentes dentro del penal.

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