Tenían claro su objetivo y su plan era prácticamente perfecto. Le siguieron durante todo su recorrido para buscar el momento indicado en el que poder abordarle con rapidez y suministrarle el veneno. Sólo necesitaban cinco segundos para ejecutar su plan, tal y como muestran los vídeos de las cámaras de seguridad que publican medios locales.
Le siguieron durante su recorrido por el aeropuerto de la capital de Malasia y esperaron hasta que Kim Jong-nam estaba en la zona de facturación esperando para ser atendido para tomar un vuelo a Macao.
En cuestión de segundos, una de las mujeres se puso delante del hermanastro del líder norcoreano Kim Jonk-un, hablando con él para distraerle. La otra, que estaba situada detrás, lo lo agarro por el cuello y le aplicó agujas impregnadas con veneno, cuya composición todavía se desconoce.
Las mujeres desaparecieron rápidamente entre la multitud, y Kim tuvo que ser trasladado al centro médico del aeropuerto para ser atendido de, según comentó él a los médicos, un fuerte escozor en los ojos. Una ambulancia lo trasladó después hasta el hospital de Putrajaya, al que llegó ya sin vida.
En las grabaciones de las cámaras de seguridad también se puede ver cómo una de las asesinas abandona el aeropuerto en un taxi que encargó en el mostrador tras huir del lugar del crimen por las escaleras mecánicas.
Desde el lunes, ya han sido detenidas tres mujeres por su presunta implicación en el asesinato de Kim Jong-nam.
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