Terroristas y líderes religiosos en las elecciones de Irán: descubre los aspectos más insólitos de los comicios en este país

    • Un órgano religioso es el encargado de seleccionar a los candidatos a suceder a Ahmadineyad.
    • Entre los candidatos hay dos presuntos terroristas reclamados por la Interpol.
50 Millones de votantes llamados a elegir mañana al undécimo presidente iraní
50 Millones de votantes llamados a elegir mañana al undécimo presidente iraní

(lainformacion.com/ EFE)

Los comicios que este viernes celebra Irán son especialmente relevantes, puesto que Mahmud Ahmadineyad ya no se puede presentar a la reelección y su principal delfín ha quedado excluido de la pugna. Aún así, todo hace presagiar que habrá que esperar a una segunda vuelta el próximo 21 de junio para saber quién será el nuevo presidente del país.

De todas formas, la palabra "elecciones" en el país de los ayatolás dista, y mucho, de lo que significa en países como España:

1. Un órgano religioso elige a los candidatos. El Consejo de Guardianes, órgano religioso que supervisa la vida política de Irán, seleccionó los ocho candidatos a la presidencia entre 686 aspirantes inscritos para estas elecciones.

Admitió a cinco ultraconservadores cercanos al ayatolá Ali Jamenei, dos reformistas moderados próximos a los expresidentes Akbar Hashemi Rafsanyani y Mohamed Jatami y un tecnócrata. Eso sí, los elegidos pueden renunciar después, como de hecho ha sucedido para unir fuerzas entre los reformistas.

2. Dos presuntos terroristas entre los candidatos. De los cuatro ultraconservadores, dos están entre los ocho ciudadanos iraníes que, junto con un libanés, están reclamados por la justicia argentina como supuestos implicados en el atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires, informa EFE. Murieron 85 personas.

Mohsen Rezaei, que era entonces comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, está buscado con "alerta roja" por Interpol, mientras Ali Akbar Velayati, ministro de Exteriores en 1994, está buscado por Interpol, pero sin "alerta roja", por el caso AMIA.

3. El candidato más progresista es un clérigo. Hasan Rohani es el candidato de consenso. Este clérigo chií ha prometido que de ser elegido, cosa poco probable, acabará con la represión ejercida durante el Gobierno de Ahmadineyad. Y dicen de él que es moderado y pragmático.

4. Excluido el principal asesor de Ahmadineyad. Fuera de la selección del Consejo de los Guardianes quedaron los dos principales oponentes al círculo de Jamenei, Rafsanyani, cuya inscripción había levantado grandes expectativas entre los reformistas, y el nacionalista conservador Esfandiar Rahim Mashaei, principal asesor del actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, cuya corriente ha quedado excluida.

5. Irán elige a su presidente, pero no a quien decide de verdad. Aunque a nivel internacional se haya hablado en años pasados más de las políticas de Mahmud Ahmadineyad, quien realmente gobierna no es él. Tampoco un primer ministro.

El ayatolá Jamenei es el líder supremo y él es quien se encarga de que perdure el régimen de los ayatolás, junto a los militares del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, encargados de la defensa del sistema islámico.

6. Resistencia al "enemigo" occidental frente a Derechos Civiles. El reformista Rohani defiende la redacción de un código de Derechos Civiles, la creación de un Ministerio de la Mujer y también una política exterior para "acabar con el ambiente de confrontación con el mundo", para poner fin al creciente aislamiento de Irán y acabar con las sanciones internacionales.

En el polo opuesto, el candidato conservador más radical, el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Said Jalili, propugna fidelidad al sistema islámico, defensa a ultranza del programa nuclear, resistencia ante el "enemigo" occidental y ha dicho que el lugar de la mujer está en su casa cuidando a sus hijos.

Mientras Velayati hacía una campaña similar, aunque con más guiños a la diplomacia, los otros dos ultraconservadores, Qalibaf y Rezaei, se han centrado en las cuestiones económicas.

7. Dos candidatos reformistas de las pasadas elecciones siguen bajo arresto. Mientras unos reformistas acuden a las urnas, gran parte de este sector boicotea los comicios y reclama la liberación de sus candidatos de 2009, Mir Husein Musavi y Mehdi Karrubi, bajo arresto domiciliario desde hace más de dos años, incomunicados y sin juicio.

El ayatolá Jamenei, junto al resto del clero chií que domina el régimen, y los militares han pedido una gran participación para legitimar el sistema islámico y también han advertido que no permitirán protestas como las posteriores a los comicios de 2009.

Mientras la Policía, los Guardianes de la Revolución y los milicianos Voluntarios Islámicos (Basij) han tomado medidas de seguridad y se han cerrado algunas fronteras, también se han limitado las comunicaciones, sobre todo por internet.

Con la oposición laica proscrita, el ala nacionalista islámica de Ahmadineyad marginada y los reformistas muy debilitados, informa Chema Ortiz de EFE, estas undécimas presidenciales son los comicios más restringidos de la historia de la República Islámica, que en cada proceso electoral relega a más sectores del sistema teocrático y reduce su base.

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