Un ataque suicida contra un minibús ha causado 12 muertos este martes en la capital afgana, entre ellos siete extranjeros, y el grupo insurgente Hezb-e-Islami se responsabilizó por el hecho, diciendo que la explosión fue en represalia por una película que se burla del profeta Mahoma.
"Una mujer que llevaba un chaleco con explosivos se inmoló en respuesta al vídeo anti-Islam", dijo Zubair Sediqqi, un portavoz de la facción insurgente, que no suele llevar a cabo este tipo de ataques.
El ataque cerca del aeropuerto de Kabul subraya la creciente ira en Afganistán por la película, que ha enfurecido a gran parte del mundo musulmán y condujo a la muerte la semana pasada del embajador de Estados Unidos en Libia y otros tres ciudadanos estadounidenses.
Miles de manifestantes se enfrentaron con la policía en la capital afgana el lunes, quemando coches y lanzando piedras a las fuerzas de seguridad en el peor estallido de violencia desde los disturbios de febrero por la quema de ejemplares del Corán por parte de soldados estadounidenses.
El ataque suicida fue el primero llevado a cabo por una mujer en Kabul y los extranjeros fallecidos eran en su mayoría pilotos rusos y sudafricanos que trabajaban para una empresa de mensajería internacional, dijeron fuentes policiales.
La cifra es la más alta de extranjeros muertos en la ciudad desde abril pasado, cuando un piloto de la fuerza aérea afgana tiroteó a ocho instructores militares estadounidenses de vuelo y a un asesor civil estadounidense después de una discusión en el Aeropuerto Internacional de Kabul.
Hezb-e-Islami, que significa Partido Islámico, es un grupo militante radical que comparte algunos de los objetivos de los talibanes contra Gobierno local y los extranjeros.
Pero el ala política del grupo, fundado por el señor de la guerra y combatiente anti-soviético Gulbuddin Hekmatyar, recientemente ha estado en conversaciones incipientes con el presidente afgano Hamid Karzai sobre un acuerdo de paz para poner fin a la guerra de 11 años.
El ataque contra una camioneta ocurrió cuando el vehículo se detuvo a cargar combustible cerca del aeropuerto. Partes de cuerpos estaban esparcidas en un área en el extremo oeste del aeropuerto fuertemente fortificado.
La policía dijo que varios civiles fueron alcanzados por la explosión, que una vez más puso en relieve la capacidad de los insurgentes para eludir los controles policiales en la ciudad, que cuenta con fuerzas de seguridad extra después de los disturbios del lunes.
"El objetivo era una camioneta que transportaba a empleados de una empresa extranjera que tenía un contrato con los estadounidenses. Los siete extranjeros muertos eran rusos y sudafricanos", dijo el general Mohammmad Dawod Amin, segundo al mando del jefe de policía de Kabul.
/Por Hamid Shalizi y Mirwais Harooni/
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